Los arrestados pertenecen a una organización juvenil que cuenta con rangos jerárquicos y tareas bien definidas entre sus miembros, incluso con puesta en escena de ritos de iniciación para ingresar en la organización.
La rápida intervención de los agentes permitió que una de las víctimas fuera liberada nada más llegar a España, incluso antes de conocer cuál iba a ser su destino real.
Han sido arrestadas siete personas: dos de ellas guardias civiles en activo y otros dos en situación de reserva, un vigilante de seguridad y dos empresarios de la capital riojana y de Ibiza.