El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, rechaza la formación de un Gobierno de salvación nacional para intentar dar una salida al actual conflicto, como han pedido varios partidos políticos del país y parte de la comunidad internacional.
"Los llamamientos para formar un gobierno de salvación nacional son un golpe contra la Constitución y un intento de eliminar el proceso democrático", argumentó el jefe del Ejecutivo en su discurso semanal televisado.
El responsable chií acusó además a fuerzas políticas "que se han rebelado contra la Constitución" de unirse a las filas del yihadista Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS por sus siglas en inglés) y de dar cobertura a los integristas suníes para que controle la provincia septentrional de Nínive.
"En medio de las difíciles circunstancias no hemos escuchado a los socios políticos hablar de un respaldo al Gobierno y actúan como si fueran a repartirse el botín", se lamentaba Al Maliki.