Con la vuelta al "cole" y en época de crisis el quebradero de cabeza de los padres para hacer frente a los gastos escolares se convierte en una búsqueda de soluciones prácticas nuevas y viejas.
Y es que si antes se podía quizá comprar un par de uniformes al niño, ahora se colocan rodilleras una sobre otra, se vuelven a pasar uniformes entre hermanos y familiares, y también vuelven los anuncios de "uniformes usados" o incluso los "bancos de uniformes" en los tablones de los colegios, explicaba a Efe el director-gerente de Camacho Sport Uniformes escolares.
Desde esta empresa de Ayamonte (Huelva), fundada en 1978, se reconoce que en los últimos años muchos centros con uniforme optan por prendas "muy básicas, sin personalizar" como polos blancos o faldas y pantalones grises que "se pueden adquirir a bajo precio".
Lorena Camacho, responsable de Ventas de la firma, avisa, no obstante, de la "pésima calidad" de esas prendas, ya que "la mayoría están fabricadas con fibras artificiales o tintes químicos prohibidos en Europa" aunque consigan traspasar fronteras.
Desde Camacho se resalta que lo barato puede salir caro también en los uniformes pues con los primeros lavados en las prendas de baja calidad aparecen bolitas, encogen, pierden color e incluso provocan alergias, mientras que los uniformes fabricados en España resisten el curso y la certificación Oeko-tex (etiqueta ecológica mundial) garantiza tintes certificados libres de productos químicos, cancerígenos o tóxicos.
Estas minucias no parecen ser una razón que desaliente a las familias en estrecheces económicas que, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), deberán desembolsar en vestimenta una media de 153 euros para el uniforme escolar (132 euros en el centro público, 149 en el concertado y 204 en el privado) y 77 euros para el deportivo (78, 75 y 89, respectivamente).
Trucos nuevos y trucos viejos
Las madres más veteranas son las que conocen los mejores "trucos" para completar un uniforme al menor precio, como yendo a mercerías donde coloquen el escudo correspondiente en un jersey comprado sin él o convertir el pantalón largo de uniforme en corto cuando la zona de las rodillas ya esté impresentable o guardar la vestimenta del colegio de otros años para hacer rodilleras.
Los colegios privados ponen trabas al ingenio
Pero hay colegios, sobre todo privados y concertados, que llegan a imponer la adquisición en sus propios centros o en unas tiendas determinadas.
Es el caso del colegio concertado San Ramón y San Antonio (Madrid), donde una madre señala que, a través de los anuncios de la página del APA (asociación de padres de alumnos), ahora se intercambian los uniformes para ahorrar.
Pero se queja de que, por ejemplo, dos polos blancos que antes les costaban ocho euros en una gran superficie, ahora, al haber cambiado el colegio el diseño añadiendo una raya roja tienen que comprarlo a una empresa contratada por el propio centro, y uno solo ya les cuesta esa cantidad.
Aunque se ha eliminado la obligación de tener que llevar camisa en invierno y polo en verano, esta madre también critica que la dirección ha cambiado la sudadera por un jersey con escudo que es más caro.
Internet, lugar de intercambio
Como en todo, Internet está destacando como opción para intercambiar, comprar y vender uniformes de segunda mano.
Una de las webs especializadas es uniformesdecole.es, creada hace un año a raíz de la crisis y cuya portavoz, Belén Franco, destaca que tienen prendas de colegios de casi toda España y los más solicitados son los marcados con logos y escudos, ya que los padres tienen pocas opciones a la hora de comparar precios en las tiendas donde los venden y buscan alternativas más baratas que pueden llegar hasta la mitad del precio convenido en la tienda.