Desde que se supiera que un nuevo rescate para Grecia era necesario, muchos se plantean cuánto dinero costará este nuevo paquete de rescate. No así el presidente del BDI que ofrece como alternativa vender el patrimonio griego.
Desde que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, reconociese la semana pasada que será necesario otro nuevo paquete de rescate a Grecia, los contribuyentes alemanes hacen cuentas para tratar de saber cuánto les costará esta vez, pero algunos no se resignan a seguir por el camino de los rescates.
Este es el caso del presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Ulrich Grillo, que ha propuesto como alternativa a una eventual quita de la deuda griega que Atenas transfiera parte de su rico patrimonio nacional al fondo de rescate europeo, que podría a su vez venderlo y ayudar de esta forma a Grecia a saldar su desorbitada deuda.
Patrimonio valorado en miles de millones
En una entrevista que publica el diario WestdeutschAllgemeine Zeitung, Grillo no concreta si entre ese patrimonio nacional se encontraría la Acrópolis, pero sí criticaba pormenorizadamente las reservas de Grecia a desprenderse de bienes propiedad del Estado con el fin de sanear sus cuentas públicas.
Y es que a su juicio, las privatizaciones deberían ser un instrumento de aplicación general para solventar la deuda no solo en Grecia, sino también en el resto de los países del euro.
"Cada Estado miembro de la unión monetaria que atraviese dificultades financieras debería tener la posibilidad de transferir patrimonio estatal, como empresas públicas, al Mecanismo de Estabilidad europeo (ESM)" y solicitar así justificadamente una condonación parcial de su deuda, afirmaba.
Su propuesta es aplicar a la economía pública las mismas reglas que rigen en la economía privada: "si una empresa se declara insolvente, los administradores no renuncian a cobrar antes de que el administrador haya analizado sus bienes patrimoniales".
En el caso griego, al parecer, sí que se han hecho los cálculos y apunta que "hay patrimonio nacional por valor de varios cientos de miles de millones de euros y estoy pensando, por ejemplo, en empresas del sector de la energía, puertos, aeropuertos o inmobiliarias"-añadía.
La alternativa: un tercer rescate
Después de semanas negando la necesidad de una nueva quita a la deuda soberana griega, Alemania reconocía en plena campaña electoral que los prestamistas internacionales tendrán que ofrecer un tercer programa de ayuda.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, admitía explícitamente en un acto electoral en el norte de Alemania que será necesario un tercer rescate, aunque se esforzaba por aclarar que no incluye necesariamente una quita y que la posición de Alemania en las negociaciones será la de proporcionar un nuevo paquete de créditos al Gobierno de Atenas sin implicar a los acreedores internacionales en las pérdidas.
El acuerdo del rescate actual vence a finales de 2014. Este verano, se había filtrado a la prensa alemana un documento interno del Bundesbank, dirigido al Ministerio de Finanzas de Schäuble, en el que se pedía la organización de un nuevo paquete de ayuda para Grecia "como sea" que debería estar listo en enero de 2014. Esta filtración habría causado preocupación en los mercados y las declaraciones del ministro parecían encaminadas a tranquilizarlos.