Decenas de personas han muerto este “Viernes de ira”, y varias decenas han resultado heridas, en los choques producidos entre partidarios y detractores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi en diferentes puntos del país.
En la localidad de Ismailiya, junto al canal de Suez en el este del país, se habrían producido cuatro fallecidos. Los enfrentamientos se desarrollan en los alrededores de la mezquita de Salehín, donde el Ejército ha tenido que intervenir, dijo una fuente de los servicios de seguridad.
En paralelo, en la localidad de Alejandría se desencadenaron choques y un intenso tiroteo entre los islamistas y los contrarios a Mursi en el distrito de Sidi Bishr, sin que por el momento haya víctimas según la agencia de noticias estatal Mena que asegura que en esos disturbios, se emplean armas de fuego y cócteles molotov.
Además, grupos de desconocidos atacan la sede del Club de Jueces en Alejandría, contra la que están lanzando cócteles molotov, apuntó la televisión egipcia.
También habrían fallecido otras ocho personas en la ciudad costera de Damietta en enfrentamientos entre partidarios de Mursi y las fuerzas de seguridad, según fuentes sanitarias.
Tahrir y puente de 15 Mayo
Mientras, en el centro de la capital también se producen enfrentamientos, sobre el puente 15 de Mayo y en la calle Tahrir, en el barrio de Doki, durante las protestas de los Hermanos Musulmanes, grupo al que perteneció Mursi hasta que accedió a la Presidencia, pese al amplio despliegue de fuerzas de seguridad.
Los choques entre partidarios y detractores del depuesto presidente egipcio estallaron durante las marchas de los islamistas, que marchaban en dirección al edificio de la radiotelevisión egipcia y al distrito de Ramsés por el puente del 15 de Mayo, donde algunos vecinos de los edificios cercanos les tiraban piedras.
Los manifestantes avanzaban al centro procedentes de la zona de Giza, rodeados de personas que les iban increpando, algunas de ellas armadas con palos, según pudo constatar Efe momentos antes de los choques.
La televisión estatal ha mostrado imágenes de desconocidos disparando con armas de fuego desde el puente 15 de Mayo.
Esos disturbios se desencadenaron cuando los islamistas intentaron salir del interior del templo en una marcha y los contrarios a Mursi se lo impidieron. Esa zona estaba completamente tomada por comités populares de voluntarios, opuestos a los islamistas, que establecieron varios puestos de control en la calle Tahrir.
La tensión es muy alta en la capital, donde los simpatizantes de la Hermandad llevan a cabo protestas en una jornada que han bautizado como "Viernes de la Ira", pese a que el Ejército se ha desplegado ampliamente por la ciudad. La concentración más grande se produce en el barrio de Ramsis en torno a la mezquita de Fath y en el puente 6 de Octubre, a su paso por este distrito.
Al borde de la Guerra Civil
La mayor masacre en su historia reciente ha colocado a Egipto al borde del conflicto civil. Tras el violento desalojo de las acampadas de apoyo al expresidente Mohamed Morsi, depuesto por un golpe militar, los islamistas volvieron este jueves a las calles para mantener vivas sus protestas, atacando edificios gubernamentales e iglesias cristianas.
El viernes, tras el rezo de mediodía, había convocadas nuevas protestas en las calles que están dando lugar a los disturbios. Mientras los familiares de las víctimas de la carga militar contra islamistas reclamaban sus cuerpos, desperdigados por hospitales y morgues improvisadas en El Cairo, el Gobierno admitía una cifra aún provisional de fallecidos de 638, que los Hermanos Musulmanes multiplican varias veces. Los heridos, según las autoridades, superan los 3.700.
Adiós a la protesta pacífica
Hasta la carga del miércoles, las concentraciones de islamistas habían sido relativamente pacíficas. Los líderes de la hermandad habían pedido a sus seguidores que se limitaran a manifestarse contra el golpe de Estado del 3 de julio de forma cívica.
El jueves, sin embargo, las protestas han tomado un cariz violento. Cientos de personas han tomado e incendiado un edifico del gobierno en El Cairo.
En varios puntos del país ha habido ataques contra templos cristianos coptos, dando muestra de que el conflicto está tomando también tintes sectarios. A las puertas de la mezquita de Al Imam, la mayor morgue tras el ataque militar, los reunidos hablaban de guerra civil.
Numerosas iglesias destruidas
La Unión Juvenil de Maspero (MYU), una organización egipcia en defensa de los derechos de la comunidad copta en el país, ha cifrado este jueves en36 el número de iglesias destruidas durante la jornada del miércoles en lo que ha descrito como ataques organizados por la organización islamista Hermanos Musulmanes. En base a sus datos, los ataques se registraron en nueve gobernaciones del país poco después de que las fuerzas de seguridad iniciaran el desmantelamiento por la fuerza las acampadas que protagonizaban miles de seguidores del expresidente Mohamed Mursi, derrocado el 3 de julio a través de un golpe de Estado.
Adel ha lamentado lo que ha descrito como "actos criminales y percepción terrorista" de Hermanos Musulmanes, organización a la que pertenece Mursi. "Intentan crear división entre los cristianos y los musulmanes. Son los cristianos los que pagan el precio de derrocar la tiranía", ha dicho, recordando los incidentes sectarios desde la etapa del Gobierno de Mubarak hasta la fecha. En la gobernación de Menia, al menos once iglesias fueron asaltadas, algunas de las cuales fueron "incendiadas hasta los cimientos".
Los Hermanos Musulmanes convocaban para este viernes una jornada de ira tras la oración de mediodía. "A pesar del dolor y la pena por la pérdida de nuestro mártires, el último crimen de los golpistas ha aumentado nuestra determinación para acabar con ello", ha dicho el movimiento islamista en un comunicado.
Naciones Unidas condena este enfrentamiento atroz
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sostuvo una reunión de emergencia para tratar la sangrienta intervención de las fuerzas de seguridad egipcias en campamentos de manifestantes de la Hermandad Musulmana en El Cairo, que el miércoles dejó al menos 638 muertos, según la última cifra oficial.
En una breve declaración, la presidenta de turno del Consejo, la embajadora argentina María Cristina Perceval, dijo que el organismo urgió a todas las partes en Egipto a ejercer "máxima contención".
"Deseo compartir con ustedes algunos comentarios sobre lo que ocurrió durante la reunión", declaró Perceval a los medios antes de comenzar. "Todos los miembros primeramente expresaron sus condolencias por las víctimas y lamentaron la pérdida de vidas", señaló.
"El punto de vista de los miembros del Consejo es lo importante que es poner fin a la violencia en Egipto, que las partes ejerzan la máxima contención. Y hubo un deseo común de la necesidad de detener la violencia y avanzar hacia una reconciliación nacional" en todo el país.
"Ataques terroristas"
El ministro del Interior de Egipto, Mohamed Ibrahim, asistió a los funerales de los policías muertos.
Los mensajes de la ONU y la OEA se producen después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenase la intervención de las fuerzas de seguridad del miércoles, algo que no fue bien recibido por la Presidencia de Egipto quien dijo que las declaraciones del mandatario estadounidense no harán sino fortalecer y estimular a los grupos violentos.
En una declaración, la Presidencia afirmó que Egipto se está enfrentando a lo que calificó de "ataques terroristas".
Este jueves, Obama expresó que la cooperación estadounidense con Egipto no podría continuar de manera normal mientras cientos de civiles mueren en las calles.
Por su parte, el senador republicano John McCain, rival de Obama en las elecciones de 2008, dijo en una entrevista con la BBC que el presidente debería haber suspendido la ayuda a Egipto cuando el expresidente Mohamed Morsi fue derrocado.
Actualmente, EE.UU. brinda US$1.300 millones anuales en asistencia a los militares egipcios.