Un día después de una de las mayores masacres perpetradas en suelo egipcio, las protestas vuelven este jueves a las calles de El Cairo y de otras ciudades del país, a pesar del estado de emergencia decretado por el Ejército.
Los Hermanos Musulmanes han llamado a sus seguidores a unirse a los funerales que se celebrarán esta tarde en honor de algunos de los fallecidos la víspera en la mezquita de Al Imán, en el barrio cairota de Ciudad Naser, donde se hacinan decenas de cadáveres.
El portavoz de la cofradía, Gehad Hadad, instaba a través de su cuenta personal de Twitter a acudir a dicha mezquita para el rezo musulmán del "Asr" con el fin de honrar a los "mártires" del miércoles, cuando murieron al menos 525 personas, según la última cifra del Ministerio de Sanidad, un número que se incrementa hasta los 4.500, según los propios islamistas que parecen estar buscando una confrontación civil que llega incluso a la destrucción del patrimonio de Egipto.
La mezquita de Al Imán, cercana a la plaza de Rabea al Adauiya, donde se encontraba la principal acampada de los islamistas desmantelada ayer, se ha convertido tras esta represión en una morgue improvisada.
Miles de simpatizantes de los Hermanos Musulmanes están concentrados en esta mezquita y sus alrededores, rezando y llorando a sus muertos entre gritos de "Alá es el más grande". Los cuerpos, envueltos en sábanas blancas, se intentan conservar de forma precaria con bloques de hielo, así como refrescando el ambiente con ventiladores.
Estado de Emergencia
La Presidencia egipcia decretó este miércoles el Estado de Emergencia en todo el país durante un mes a partir de las 16.00 hora local (14.00 GMT), tras los disturbios habidos durante las horas previas. Además, las autoridades egipcias han declarado el toque de queda desde las 19.00 a las 06.00 hora local (17.00 a 04.00 hora GMT) en varias provincias del país, entre ellas El Cairo y Giza, según la televisión egipcia.
Según un comunicado de la Presidencia, leído en la televisión estatal, la decisión fue adoptada, con la aprobación del Consejo de Ministros, debido al "peligro" que se cierne sobre "la seguridad y el orden en los territorios del país". El presidente interino egipcio, Adli Mansur, encargó a las fuerzas armadas, con la ayuda de la policía, adoptar las "medidas necesarias" ante esta situación.
Las autoridades denunciaron "actos intencionados de destrucción y ataques contra instalaciones públicas y privadas y la muerte de ciudadanos a manos de grupos radicales".
Los disturbios se han extendido por distintas partes del país, después de que la policía iniciara la mañana de ayer una operación para desmantelar las acampadas de los seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi en las plazas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, en El Cairo. El Ministerio de Sanidad ha confirmado al menos 278 muertos y más de 2.000 heridos en choques en distintas provincias de Egipto.
El estado de emergencia estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012, cuando decidió no renovarlo la junta militar que gobernó el país desde el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la ascensión de Mursi al poder en junio del año pasado.
Con el estado de emergencia se suspenden un gran número de derechos personales, civiles y políticos como el de huelga, el de ser asistido por un abogado en caso de ser detenido o a celebrar mítines políticos e incluye el derecho de los aparatos de seguridad para irrumpir en una vivienda y detener a cualquier persona de manera indefinida sin necesidad de notificarlo a las autoridades judiciales.
El Vicepresidente egipcio premio nobel de la Paz dimite
El vicepresidente egipcio de Relaciones Exteriores, Mohamed el Baradei, renunció ayer al cargo, tras los disturbios que sacudían todo el país, en una carta dirigida al jefe de Estado interino, Adli Mansur.
"Presento mi dimisión del puesto de vicepresidente y pido a Dios el altísimo que preserve nuestro querido Egipto de todo lo malo, y que cumpla las esperanzas y aspiraciones del pueblo", explicaba El Baradei en su misiva, a la que tuvo acceso Efe.
"Ha llegado a ser difícil para mí continuar al frente de la responsabilidad de tomar decisiones con las que no estoy de acuerdo y de las que temo sus consecuencias", agregaba el premio Nobel de la paz egipcio.
En ese sentido, señaló que no es capaz de asumir la responsabilidad de una sola gota de sangre ante Dios, ante su conciencia y los ciudadanos, especialmente, porque estaba convencido de que la violencia era evitable. Advirtió de que "lamentablemente los que se benefician de lo sucedido hoy son quienes llaman a la violencia, al terrorismo y a grupos más extremistas".
El Baradei llevaba en el cargo desde el pasado 14 de julio, después del golpe de Estado militar que depuso al presidente, el islamista Mohamed Mursi, el día 3 de ese mes.
En el texto, el exdirector del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) apuntó que ha intentado defender en su puesto los principios de la Revolución del 25 de Enero, que derrocó al régimen de Hosni Mubarak en febrero de 2011.
"Creo que la estabilidad y la prosperidad solo se lograrán mediante un consenso nacional, y la paz social, a través de la creación de un Estado civil, en el que no se implique la religión en política", indicó al tiempo que destacaba que hay grupos que adoptan la religión como "un telón" y que tuvieron éxito en dividir el país tras alcanzar el poder hace un año, en referencia a los Hermanos Musulmanes, grupo en el que militó Mursi hasta que accedió a la Presidencia.
El derrocamiento de Mursi no pretendía esto
Apuntó que con el derrocamiento de Mursi esperaba que se pusiera fin a la polarización y que por ese motivo aceptó el cargo. Sin embargo, con el cambio de autoridades, "hemos llegado a un estado de polarización más dura y el tejido social está amenazado porque la violencia no trae más que violencia", lamentó.
Obama pide que el ciclo de violencia cese
El presidente de EEUU, Barack Obama, anunció este jueves la suspensión de unos ejercicios militares conjuntos previstos para el próximo mes con Egipto y la evaluación de otras medidas ante el estallido de violencia en ese país, que ha dejado al menos 525 muertos.
"El pueblo egipcio merece algo mejor que lo que hemos visto en los últimos días. El ciclo de violencia debe detenerse", ha dicho Obama en una declaración en audio desde la isla de Martha's Vineyard (Massachusetts), donde se encuentra de vacaciones.
Obama ha interrumpido sus vacaciones para lamentar, en un mensaje, la "trágica" muerte de cientos de personas. "EEUU condena rotundamente la violencia", ha advertido el mandatario norteamericano, que ha pedido el levantamiento del estado de emergencia y ha reiterado su "compromiso" con los Derechos Humanos y la democracia.
Obama instaba en este mensaje al actual Gobierno egipcio y a los seguidores del expresidente Mohamed Mursi, depuesto el 3 de julio en un golpe militar, a detener el actual "ciclo de violencia" y expresar sus diferentes posturas por medios "pacíficos".
En este sentido, el presidente estadounidense ha abogado por que comience "un proceso de reconciliación nacional" y ha responsabilizado a los egipcios de su propio destino. "Estados Unidos no puede determinar el futuro de Egipto", ha señalado Obama, que acto seguido ha aclarado que Washington no respalda a ningún partido o individuo en la crisis política y social que atraviesa el país norteafricano.
España convoca al embajador de Egipto
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha convocado para mañana al embajador de Egipto en Madrid, Ayman Zaineldine, con el fin de trasladarle la inquietud de España por la situación del país y para condenar el uso de la violencia. Según han informado fuentes del departamento que dirige José Manuel García-Margallo, el Gobierno quiere mostrarle su preocupación por la declaración del estado de emergencia decretado en el país y por el uso de la violencia, que ha causado centenares de muertos.
Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda en su página web a los españoles no viajar a Egipto y recuerda que se ha decretado en aquel país el estado de emergencia durante 30 días y se ha impuesto un toque de queda entre las 19:00 y las 06:00 horas en las gobernaciones de El Cairo, Giza, Alejandría, Beni Suef, Assiout, Mynia, Sohag, Deheyra, Ismailia, Suez, Norte del Sinaí y Sur del Sinaí.
Para quienes ya se encuentren en Egipto, el ministerio aconseja "encarecidamente" evitar los lugares en los que habitualmente se concentran las protestas, como el Palacio Presidencial de Heliópolis, la plaza Tahrir, la Corniche, oficinas gubernamentales y de partidos políticos, así como los lugares en los que se vienen registrando manifestaciones de forma habitual.
Una guerra civil es muy probable en este ambiente. Desde la Unión Europea varios países se han pronunciado pidiendo el cese de esta violencia sin sentido.