INTERNACIONAL

Los métodos del monstruo indultado son deleznables

David Rodríguez | Jueves 16 de octubre de 2014

El testimonio de las niñas de las que abusó el pederasta es aterrador. "Me amenazó con un hacha, me amordazó, me desnudó y me obligó a llevarle a cabo felaciones y tocamientos", relató una de sus víctimas marroquíes durante el proceso judicial.



Los sórdidos métodos de Galván, de 64 años, para abusar de sus víctimas dan cuenta de hasta dónde era capaz de llegar este monstruo con tal de aprovecharse de los menores. En total, fueron 11 víctimas de entre cuatro y quince años aunque según recoge La Sexta el preso español alardeaba en la cárcel de haber hecho  prácticas similares también en España concretamente con dos menores, uno de cuyos casos ya se está investigando en Torrevieja (Alicante).

A las niñas un poco mayores y que podían ofrecer más resistencia las adormecía con pastillas. "Me dio somníferos en la bebida y después perdí la conciencia. Cuando desperté me encontré desnuda y con fuertes dolores vaginales", explica Shana, la primera de sus víctimas. Entre los afectados, se encuentran también su hermana y un primo suyo de 14 años, el único varón de los 11.

Con las más pequeñas tenía otros métodos. Llamaba su atención con regalos para después obligarlas a meterse en el baño con él. "Un día estaba en su casa, fui al baño para hacer pis y él entró detrás de mí. Puso su miembro sobre mi miembro sexual pero no sé si hubo penetración", cuenta una víctima.

Y cuando alguna menor se negaba, Galván echaba mano de la violencia para imponerse. "Me amenazó con un hacha, me amordazó, me desnudó y me obligó a llevarle a cabo felaciones y tocamientos", relataba otra víctima.

El juez recoge la declaración del propio Galván admitiendo los abusos. "Reconozco haber mantenido relaciones sexuales con las dos mayores, pero con las más pequeñas sólo hubo tocamientos y caricias. También las grabé pero era para mi disfrute personal", admitía el pederasta.

Estas declaraciones, de las que ha informado La Sexta Noticias, así como los vídeos y fotografías que la policía marroquí pudo hallar en su domicilio sirvieron para que fuera condenado a 30 años de cárcel en 2011.

Sin embargo, el indulto del rey Mohamed VI por un “error” tras mezclar la lista de presos indultables con aquellos por los que España pedía un traslado provocó su puesta en libertad y su inmediato regreso a España. Días después, la polémica significó la anulación del perdón y ahora Galván permanece en prisión a la espera de la decisión de la Audiencia Nacional.

"¿Por qué viniste aquí a abusar de niños marroquíes?", le preguntó el juez durante el juicio. "Porque no cuestan caro y todo se consigue con dinero", respondió el Galván, provocando la indignación de la sala en Kenitra, ciudad donde cometió los abusos.

El pederasta, que fue militar en Irak y que se trasladó a España en 1976, llegó a Marruecos en 2002 tras pasar por la Universidad de Murcia, donde principalmente, se dedicaba a impartir cursos de árabe aunque también colaboró en algunos proyectos de cooperación internacional. En el país africano nunca llegó a tener permiso de residencia, así que solía volver a España cada tres meses para renovar el visado de turista.

En Kenitra, Galván se hizo bastante popular por sus fiestas infantiles, a las que solía invitar a los hijos de sus vecinos. Según el tribunal que acabaría condenándolo, se aprovechó de los problemas financieros del vecindario.

Se compró dos pisos alli y mandó construir una tercera en el terreno de una mujer que conoció en el campo, en Sidi Yahia el-Garb, a las afueras de la urbe.

Era una madre soltera (marginadas en la sociedad marroquí) de dos niñas, de 12 y 14 años. La relación con las dos niñas de aquella mujer le acarrearía la primera denuncia por tentativa de violación en Marruecos, que consiguió eludir.

"Cada vez que conocía a una familia conseguía integrarse completamente en ella. Los padres de los niños le confiaban a sus hijos", apunta Hamid Krairi, abogado de tres familias afectadas (con seis víctimas). Después él se aprovechaba para abusar de ellos con siguiendo los métodos ya descritos.

Por otra parte, se ha pedido investigar su estancia en prisión. El Centro Marroquí de Derechos Humanos (CMDH) ha enviado una solicitud al ministerio de Justicia de Marruecos para indague si obtuvo un trato de favor durante el tiempo que permaneció en prisión gracias a una supuesta falsificación de su expediente médico, informa 'El Confidencial'. Los favores creen que podrían haber llegado incluso al ámbito sexual.

Las protestas marroquies que incluso se pronuncian contra su monarquía están más que justificadas, sabiendo la crueldad de este pederasta.


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