La pequeña isla inglesa de Yersey, situada en el canal de la mancha, se ha convertido en la nueva Andorra de todos los jugadores de videojuegos (o “gamers”) de Europa. Existe un vacío legal que permite a empresas exportadoras de videojuegos, música o cine evadir unos impuestos que pagarían en cualquier otra parte del continente. Esto permite a empresas como Zavvi, Play.com, Amazon o TheHut vender sus productos a unos precios muy inferiores a la competencia.