El único título que quedaba en juego ya tiene dueño, y una vez más, tampoco ha habido sorpresa: Red Bull Racing se ha proclamado en Corea campeón del mundo de constructores.
El primer puesto de Vettel y el tercero de Webber han permitido a los austriacos sumar los puntos necesarios para confirmar oficialmente lo que carrera tras carrera han ido demostrando, que el diseño de Adrian Newey es el mejor de entre los trece que este año han disputado el campeonato.
La competitividad demostrada por los McLaren y especialmente por Lewis Hamilton en la jornada de clasificación de ayer, con pole incluida, fue un mero espejismo. A la hora de la verdad Sebastian Vettel se encontró sin oposición alguna, mediada la primera vuelta se situó en cabeza y ya no abandonó esa posición hasta cruzar la línea de meta. Como muestra de la aplastante superioridad de su coche, tras una colisión entre Petrov y Schumacher que motivó la entrada del coche de seguridad y el consiguiente reagrupamiento de los monoplazas, la carrera fue relanzada de la carrera y Vettel fue capaz de escaparse de nuevo, cruzar la meta con doce segundos de ventaja sobre Hamilton y marcar la vuelta rápida del circuito en su última vuelta, cuando ya no era necesario seguir apretando.
Una vez más la emoción tuvo que venir del segundo puesto para abajo. Hamilton, segundo, sufrió en las últimas vueltas para contener a Mark Webber, que terminó tercero, marcado de cerca por Button y con Fernando Alonso en quinta posición a un segundo del británico. El piloto español sufrió más de lo habitual para adelantar a Felipe Massa en la primera mitad de la carrera, y no fue capaz de recuperar el tiempo que perdió cuando más lo necesitaba, lo que le llevó a decir a su ingeniero por radio en la penúltima vuelta algo a lo que no nos tiene acostumbrados a escuchar: “Me rindo”. Alonso ha tenido que pelearse con su coche durante todo el fin de semana y en un circuito en el que la velocidad punta es primordial, los Ferraris sólo han podido ser decimoquintos en ese aspecto. El asturiano sale de Korea a diez puntos del subcampeonato, a falta de tres grandes premios por disputarse, siendo la próxima cita dentro de dos semanas en Nueva Delhi.
Jaime Alguersuari, decimotercero en el mundial de pilotos, ha igualado su mejor resultado de este año, el séptimo puesto conseguido en Monza, con el que suma ya veintidós puntos en la general y consigue de esta forma alejarse un poco más de su compañero de equipo Sebastian Buemi, que es decimoquinto, aunque sólo siete puntos les separan en la clasificación general. Esta situación podría ser definitiva a la hora de decidir quien seguirá en Toro Rosso la próxima temporada, con el joven piloto Eric Vergne haciendo ya pruebas en los entrenamientos libres del viernes, primero este fin de semana en Corea con el coche del español, y de nuevo en la India con el coche de Buemi. El futuro de Jaime en la Fórmula Uno estará en juego en las tres carreras restantes y si bien por todos es sabido que el programa de pilotos de Red Bull es sin duda el más exigente, también lo es que garantiza al que lo supere un asiento a los mandos del que es actualmente el mejor coche de carreras del mundo.