CINE

La evolución siempre gana

Crítica

Jueves 16 de octubre de 2014

“Llegará un momento en el que tendrás que elegir qué tipo de hombre quieres ser, Clark. Sea el tipo que sea, bueno o malo, cambiará el mundo”.



Las palabras que Jonathan Kent (Kevin Costner) dedica a un joven Clark encogerían el corazón a cualquiera. Ser consciente de un destino con semejante peso no puede provocar otro sentimiento. Cuestiones como el determinismo, la libre elección, la evolución o la lealtad son introducidas en esta nueva adaptación del clásico de Superman, que presenta una visión completamente independiente a las anteriormente vistas en la gran pantalla. El Kal-El, aka Clark, interpretado por el británico Henry Cavill se presenta como un mesías salvador del planeta Tierra ante un ataque de los seres más despiadados de su originario Krypton, mientras se debate entre esconder una poderosa identidad alienígena que teme sea rechazada y los sentimientos humanos que tendría cualquier persona de nuestro mundo. ¿Qué nos determina? ¿La cuna o nuestras elecciones?

El filme dirigido por Zack Snyder llega a los cines y promete convertirse en uno de los taquillazos del verano con escenas cargadas de pura acción y una explosión visual de principio a fin. El comienzo de la película es muy potente, mostrando un Krypton nunca antes visto y en plena hecatombe. Russell Crowe pega fuerte y cumple con su papel de dar vida a un Jor-el dispuesto a todo para salvar a su hijo y conseguir un mundo mejor.

Con semejante detonante no puede dejar de resultar algo decepcionante el desarrollo de los acontecimientos una vez en La Tierra. Si bien la introducción de los personajes heroicos, el descubrimiento de sus poderes y dominio suele ser lento en muchos filmes, la película falla a la hora de desarrollar algunos de los interesantes temas que introduce, así como las relaciones entre personajes y conflictos internos. La dinámica Lois Lane-Kal El queda superficial y sabe a poco; así como el potencial del propio personaje de Lane, interpretado por una bella pero algo fría Amy Adams.

Michael Shannon pone cara y rabia al terrible general Zod. La lucha entre kryptonianos, Superman y ejército estadounidense (no podían faltar) deja escenas apocalípticas con explosiones, derrumbamientos, golpes, tiros, y toda la acción que la mente pueda imaginar y la tecnología producir. Merecen mención los espectaculares efectos especiales de la película y las escenas de La Tierra desde el espacio con la fantástica banda sonora de Hans Zimmer. Quitan el aliento.

El final promete una secuela y nos devuelve el interrogante de cómo unas gafas y una camisa de cuadros puede esconder al mundo semejante monumento. Misterios de la raza humana.

Para aquellos que se debatan sobre si ver las más de dos horas y media de El Hombre de Acero en 3D… El principio marea un poco y, salvo algunas escenas que quedan muy bonitas vistas con profundidad, la película se puede disfrutar sin problema en la opción bidimensional de toda la vida. Si se tiene la opción de acudir a la versión original, merece la pena darle una oportunidad.


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