En el ambiente taurino solamente se oye un nombre, Juan José Padilla. Os explicamos el por qué de la grave cornada sufrida en la plaza de Zamora con los toros de Ana Romero, encaste de Santa Coloma.
El torero perdió el paso al poner un par de banderillas, lo que el cinqueño aprovechó para propinarle una terrorífica cornada introduciendo el pitón por la mandíbula izquierda con arrancamiento del pómulo y salida por la cavidad ocular.
Padilla se levantó por su propio pie, y pidió ayuda porque no veía; en dicho momento se constató la gravedad de la cornada.
El doctor Carlos Val Carreres, cirujano feje de la plaza de Zaragoza, leyó a los periodistas un brutal parte facultativo de lo que él mismo calificó de escandalosa cornada.
El texto no deja lugar a dudas: "El diestro Juan José Padilla sufre una herida por asta de toro que provoca fuerte traumatismo cráneo-facial que afecta al aparato auditivo y al ojo izquierdo".
El traslado de Padilla al hospital Miguel Servet era imprescindible según el doctor Val Carreres, por la extrema gravedad de la herida, que requería urgente atención hospitalaria.
Las últimas noticias que tenemos son que el diestro pierde por completo la visión del ojo izquierdo, ya que como le han explicado a Diego Robles, hombre de confianza de Padilla, es como una bombilla a la que le cortas el cable.
Sabemos que a las seis de la tarde del día de ayer, le han bajado la sedación en un breve espacio de tiempo, y ya ha hablado y lo que se le ha entendido claramente es:
“De América no me quitéis ni una ¿eh?”
Desde aquí el máximo apoyo al diestro Juan José Padilla, a su familia y a todos sus allegados.