El Barcelona endosa una manita a domicilio al humilde Bate Borisov que no pudo hacer nada frente al torrente culé, mientras que el otro equipo español, el Valencia, salva los muebles en casa frente a un aguerrido Chelsea.
El Barcelona viajaba a tierras bielorrusas para afrontar un partido importante frente al Bate después de perder dos puntos in extremis frente al Milán. Allí se encontró a un equipo débil, que sucumbió presa de la calidad de los de Guardiola y se cansó de correr detrás de una pelota que casi nunca tuvo.
Los locales empezaban nerviosos, y fruto de esta inseguridad llegó el primer gol del partido gracias a Volodko, que envió el balón a su propia portería desde el área pequeña. Dos minutos después, Pedro elevaría el marcador a dos a cero después de rematar de cabeza un centro de Villa. El Bate le veía las orejas al lobo y claudicó casi antes de empezar poniendo el autobús en su portería intentando aguantar estoicamente los envites de un Barcelona que quería más. Y como siempre, acabó apareciendo Messi, que, más listo que el hambre, aprovechó un despiste del portero bielorruso para marcar de cabeza dentro del área pequeña.
La segunda parte siguió el mismo guión y con el mismo protagonista, Leo Messi, que hizo el cuarto resolviendo dentro del área grande un pase de Dani Alves. Villa cerró el marcador en el descuento después de un gran pase de Thiago.
Así, el Barcelona se pone primero de su grupo empatado a puntos con el Milán, que ganó al Viktoria Plzen, y Messi añade dos muescas más a su culata igualando de esta manera al mítico Kubala con 194 goles con la elástica culé.
El Valencia sufrió para rescatar un punto frente al Chelsea de Villas Boas. Los de Emery comenzaron algo traspuestos un partido que presentó ocasiones y jugadas interesantes. El Chelsea comenzó apretando muy arriba creando problemas iniciales para la zaga che. Con el paso de los minutos, la dosificación física obligó a los ingleses a recular un poco para guardar fuerzas. El Valencia empezó a llevar peligro al área rival gracias a los excelentes doblajes de Alba y Mathieu, que no se cansaron de subir y bajar por sus respectivas bandas.
La primera parte acabó con un par de zarpazos por parte de ambos equipos y con Diego Alves sudando la gota gorda para evitar que los blues se pusieran por delante en el marcador. Pero en la segunda parte, no logró impedir el gol de Lampard que remató solo dentro del área grande en el segundo palo después de recibir un centro de Bosingwa.
El Valencia, lejos de bajar los brazos, metió a Feghouli y Piatti y con un Canales muy activo presionó muy arriba al Chelsea. El premio llegó en el 87 gracias a una mano de Kalou dentro del área. El penalti lo transformó Soldado igualando y cerrando el marcador de un gran partido que no dejó indiferente al espectador. El Valencia afronta con necesidades los próximos partidos de Champions no pudiendo permitirse perder más puntos.