Se avecina otro cambio en nuestras vidas, y esta vez esperado. Los relojes deberán adelantarse a las 2.00 este domingo y marcar las 3.00.
La noche del sábado 30 al domingo 31, última del mes de marzo, se recupera la hora que ganamos el último fin de semana de octubre.
El horario de verano en Europa Occidental durará hasta el 27 de octubre y permitirá ahorrar hasta un 5% del consumo eléctrico en iluminación.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro será de unos 300 millones de euros.
Alrededor de 90 millones de euros corresponderían a los hogares y los 210 millones restantes a los edificios del sector terciario y la industria.
El cambio de hora no es algo histórico, sino más bien de nuestros días. Comenzó a implantarse a partir de 1974, tras la primera crisis del petróleo, convirtiéndose en tradición en Europa en 1981.
Pequeñas molestias
El cambio puede producir pequeños trastornos, que desaparecen en dos o tres días y que no afectan a todo el mundo.
Las personas que más suelen notar las variaciones horarias son las "de sueño frágil" o de "estado emocional débil", que acusan con mayor frecuencia las variaciones en los ritmos de sueño y vigilia.