Un equipo médico de EE.UU. afirma haber curado por primera vez en la historia a un bebé con SIDA gracias a un tratamiento agresivo de retrovirales suministrado casi tras el alumbramiento, iniciado 30 horas después del mismo, algo que no es habitual, según informa el New York Times
El bebé se trata de una niña nacida en el Mississippi rural a finales de 2010 y que ahora tiene dos años y medio. Tras estar un año entero sin tomar medicación alguna contra la enfermedad, no ha registrado señales de un virus activo, según ha indicado al diario estadounidense la investigadora del Centro de niños Johns Hopkins en Baltimore (Maryland), Deborah Persaud, principal autora del estudio, que anticipa que este caso cambiará la forma de tratamiento de los recién nacidos y las madres infectadas en todo el mundo.
Aunque aún se necesitan más pruebas para comprobar si el mismo tratamiento funciona en otros niños, si la comunidad médica valida el estudio sería segundo caso documentado de una cura de VIH en el mundo.
Tratamiento de tres medicamentos
La madre de la niña dio a luz prematuramente, sin haber visitado a un doctor durante su embarazo y sin ni siquiera saber que estaba infectada. Cuando los médicos comprobaron que estaba infectada de VIH, trasladaron al bebé al Centro Médico de la Universidad de Mississippi, dónde llegó con tan sólo unas 30 horas de vida e iniciaron el tratamiento.
Los primeros análisis revelaron un nivel de virus de unas 20.000 copias por mililitro, un nivel considerado bajo para un bebé, pero el hecho de que diera positivo sugeriría que la infección se produjo en el vientre de la madre y no durante el parto, según la pediatra Hannah Gay, que trató a la niña.
Algunos doctores consultados por el New York Times expresaron sus dudas de que el bebé estuviera realmente infectado, algo que Persaud ha tenido que descartar asegurando que hubo cinco pruebas que dieron positivo.
En lugar de seguir la costumbre médica de administrar dos medicamentos como medida profiláctica, Gay empleó de inmediato un régimen de tres medicamentos, lo que provocó que los niveles de virus disminuyeran de manera drástica.
Cuando la niña tenía un mes, los niveles de virus ya eran indetectables, y siguieron así hasta que tenía 18, cuando la madre dejó de llevarla al hospital.
Cinco meses después, madre e hija volvieron y la doctora Gay ordenó más pruebas. "Para mi sorpresa, todas las pruebas seguían dando negativas", ha afirmado.
Gay contactó entonces con Persaud y otros investigadores que llevaban a cabo un estudio clínico sobre el tema y tras una batería de pruebas, solo encontraron diminutas muestras de material genético viral, pero ningún virus latente o capaz de replicarse, algo milagroso que podría significar la curación de millones de personas aún no nacidas, si la sociedad fuera capaz de verdaderamente querer curar el SIDA en África y la terapia se demuestra que funciona en otros casos.