No se puede negar, la dependencia del aparato móvil aumenta cada día. Lo usamos para guardar desde las facturas de compra hasta las entradas del cine o del teatro, pasando por los trabajos escolares o documentos urgentes descargados desde el ordenador. Ahora, se da un paso más de todas esas acciones que se hacen con este aparato, ahora, fácil y rápidamente, es posible imprimir los documentos aquí almacenados en cualquier lugar. La impresión móvil y los servicios en la nube han convertido al smartphone en una herramienta capaz de cerrar tareas que antes exigían cables, equipos encendidos y algo más de paciencia. Comodidad que está transformando la manera de trabajar y resolver las pequeñas gestiones diarias.
Se trata de un cambio como resultado de años en los que los fabricantes han desarrollado sistemas más intuitivos y seguros. Compañías como Ricoh, HP, Canon, Epson o Brother han diseñado ecosistemas conectados que permiten que alguien, camino al trabajo, pueda revisar un archivo en el móvil, elegir calidad a color, pulsar imprimir y tenerlo listo al llegar. Un hábito que se ha vuelto tan cotidiano como enviar un mensaje de voz.
En este proceso de comparación, búsqueda y dudas, no es extraño que la gente empiece viendo modelos para ver impresoras a color y entender cuál se adapta mejor a su forma de trabajar. En este contexto, cabe hacerse la pregunta: ¿cómo imprimir bien, en color, desde cualquier lugar y sin exponerse a riesgos innecesarios?
Si la impresión móvil destaca por su rapidez, la seguridad es la otra cara de la moneda. No vale cualquier conexión cuando manejas datos personales o documentos de trabajo. En este sentido, las empresas fabricantes han hecho avances enormes, pero también es responsabilidad del usuario adoptar algunas pautas sencillas para aumentar la seguridad.
Un buen punto de partida es usar siempre las aplicaciones oficiales del fabricante. No es una cuestión de fidelidad a la marca, sino de protección. De forma general, estas apps se actualizan con parches de seguridad y protocolos fiables. Del mismo modo, conviene evitar redes WiFi abiertas, sobre todo si se va a enviar un archivo sensible y se trabaja desde cafeterías, aeropuertos o espacios públicos.
Otra recomendación útil es activar la impresión protegida cuando el equipo lo permita. Este sistema retiene el documento hasta que el usuario se identifica físicamente frente a la impresora. Es especialmente práctico en oficinas, pero también evita que documentos queden a la vista en entornos compartidos. Y no es mala idea revisar, de vez en cuando, los permisos de acceso a la nube para asegurarse de que solo quienes deben ver un archivo pueden hacerlo.
Les innegable que la impresión móvil ha simplificado rutinas que antes robaban tiempo. Estás en una reunión y necesitas un dossier. Estás en casa y te piden en el colegio una autorización. Estás viajando y llega un documento que no puede esperar. El móvil permite solucionarlo sin reinventar tu día.
El objetivo no es otro que ganar en libertad, reducir fricciones, permitir, en definitiva, que las tareas encajen con nuestro horario real, no al revés. En ese escenario de necesidad cotidiana es donde toman protagonismo las marcas que han sabido entender esta nueva forma de trabajar y han puesto la seguridad en el centro de su propuesta.
Si hay una compañía que aparece constantemente en conversaciones sobre impresión móvil es Ricoh, ya sea por la calidad de sus equipos, como por su comprensión del contexto actual de gente activa, que se mueve, que imprime desde casa, desde la oficina o desde cualquier punto del mapa. Su ecosistema está diseñado para que el documento viaje protegido desde el móvil hasta el equipo, incluso cuando está alojado en la nube.
Un ejemplo claro es el modelo Ricoh M C320FW, que concentra varias de las funcionalidades más interesantes, como por ejemplo: impresión a color desde apps oficiales, compatibilidad con servicios como AirPrint o Mopria, conexión mediante WiFi Direct y herramientas de cifrado que refuerzan la privacidad. Su interfaz es sencilla, algo que quienes imprimen desde el móvil agradecen, y la configuración apenas requiere unos minutos. No sorprende que sea uno de los modelos más demandados entre quienes trabajan a distancia o necesitan un equipo fiable para su día a día.
Además, Ricoh lleva años impulsando soluciones que integran la impresión con la gestión documental. De este modo, todo funciona como un pequeño engranaje donde nada queda suelto.
Junto a Ricoh, otros fabricantes han logrado consolidarse en el terreno de la impresión móvil y en la nube.
Canon ofrece soluciones muy apreciadas entre quienes imprimen fotos desde el móvil y necesitan que el color sea fiel. Su app Canon PRINT es ágil y simplifica los pasos al máximo.
HP, por su parte, ha apostado fuerte por HP Smart, una aplicación con la que se puede imprimir, escanear, gestionar la tinta y controlar el dispositivo desde el smartphone sin dificultad.
Epson ha encontrado su propio espacio con las impresoras EcoTank, un sistema muy popular entre usuarios que imprimen grandes volúmenes y buscan reducir costes sin perder opciones de conexión móvil.
Y, por último, Brother, que mantiene una línea estable con equipos versátiles, ideales para hogares o pequeñas oficinas donde la impresión desde el smartphone ya es una costumbre.