Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, ha condenado recientemente la violencia machista, un cambio significativo tras años de ambigüedad en sus declaraciones. Este pronunciamiento se produce en el contexto del Día Internacional contra la Violencia Machista, donde se recuerda a las 38 mujeres asesinadas en lo que va de año. A pesar de su actual postura, Feijóo y otros miembros del PP han utilizado previamente términos como "violencia intrafamiliar" para referirse a crímenes de género, alineándose con posturas más cercanas a Vox. Este giro en su discurso refleja la presión política que enfrenta el partido para distanciarse de las ideas negacionistas sobre la violencia machista mientras intenta mantener su base electoral.
Este martes, en el marco del Día Internacional contra la Violencia Machista, diversas ciudades españolas han rendido homenaje a las 38 mujeres asesinadas en lo que va de año. La jornada ha servido como plataforma para que los partidos políticos expresen sus posturas, evidenciando cómo el Partido Popular se enfrenta a un delicado equilibrio entre condenar el machismo y no alejarse de Vox.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha manifestado su compromiso de erradicar “la lacra de la violencia machista”, adoptando así el lenguaje utilizado por los colectivos feministas. Sin embargo, este giro discursivo contrasta con la ambigüedad mostrada en años anteriores.
No es casualidad que Feijóo haya sido quien, durante las negociaciones para que Carlos Mazón formara gobierno en la Comunidad Valenciana en 2023, calificara un caso de maltrato relacionado con el candidato de Vox, Carlos Flores, como un “divorcio duro”. Esta declaración refleja una falta de claridad en su postura sobre la violencia de género.
Aún más revelador fue lo que Feijóo afirmó en marzo de 2022, cuando ocupaba la presidencia de la Xunta de Galicia. En esa ocasión, sostuvo que “el asesinato perpetrado por un padre con problemas con su pareja que mató a sus dos hijos no es violencia machista; eso es violencia intrafamiliar”. Afirmación que subraya una confusión entre ambos conceptos.
No solo Feijóo ha coqueteado con las ideas negacionistas sobre la violencia machista promovidas por Vox. Jesús Aguirre, actual presidente del Parlamento Andaluz, declaró en 2022 que “la violencia intrafamiliar es más representativa de la realidad social”, sugiriendo sin reparos que podría ampliarse el concepto de violencia de género para incluirla.
Un ejemplo adicional es Carlos Mazón, quien al asumir la presidencia de la Generalitat Valenciana junto a Vox evitó mencionar explícitamente la violencia machista. En su discurso se limitó a afirmar: “¿Hay que luchar contra la violencia intrafamiliar? Claro que sí. ¿Y contra la otra que afecta a las mujeres? También claro”.
A esta tendencia se suma el caso de Esperanza Aguirre, ex presidenta madrileña, quien también se mostró reticente a condenar abiertamente la violencia machista. Aguirre llegó a afirmar que “la cuestión nominalista no es fundamental” y enfatizó que “lo esencial es la unidad de España”. Este tipo de declaraciones pone de manifiesto una resistencia histórica dentro del partido hacia reconocer plenamente el fenómeno de la violencia machista.
A medida que avanza el debate público sobre esta problemática, queda claro que las posturas políticas continúan evolucionando bajo presiones sociales y mediáticas significativas.
Alberto Núñez Feijóo ha condenado "la lacra de la violencia machista" en un contexto donde se celebra el Día Internacional contra la Violencia Machista.
Durante los últimos años, varios líderes del Partido Popular han utilizado el término "violencia intrafamiliar" en lugar de "violencia machista", lo que ha generado críticas sobre su ambigüedad y alineación con Vox.
Feijóo se refirió a un caso de maltrato como un "divorcio duro" y afirmó que ciertos asesinatos no eran violencia machista, sino violencia intrafamiliar.
Jesús Aguirre y Carlos Mazón también han hecho comentarios que minimizan la violencia machista al referirse a ella como parte de la violencia intrafamiliar.
El Partido Popular se encuentra en una situación incómoda, tratando de equilibrar su mensaje contra el machismo sin alejarse de Vox.