Junts ha intensificado su presión sobre el Gobierno español, generando una creciente tensión en la legislatura. Miriam Nogueras, portavoz de la formación, ha declarado que "el tiempo de los ultimátum ha terminado", sugiriendo un cambio en la dinámica de apoyo al Ejecutivo de coalición. La situación es crítica, ya que Junts, con solo siete diputados, tiene un papel crucial en la estabilidad del Gobierno. Mientras se plantea una posible consulta a la militancia sobre su apoyo a los socialistas y a Sumar, el PSOE ha tomado nota de las demandas de Junts. En medio de este clima de incertidumbre política, el presidente Pedro Sánchez busca avanzar en negociaciones para hacer oficiales lenguas como el catalán en la Unión Europea, lo que podría influir en la relación entre ambas partes. La reunión de Junts en Perpiñán marca un momento decisivo para evaluar su futuro político y su apoyo al Gobierno.
La tensión política en España alcanza un nuevo nivel con la formación Junts, liderada por Carles Puigdemont, intensificando su presión sobre el Gobierno de coalición. Esta semana, las declaraciones de Miriam Nogueras han dejado claro que “el tiempo de los ultimátum ha terminado”, lo que marca un cambio significativo en la dinámica entre ambas partes. La incertidumbre se cierne sobre el futuro legislativo, dado que Junts tiene en sus manos la posibilidad de decidir el rumbo del Ejecutivo.
La relación entre Junts y el PSOE ha sido históricamente tensa, y ahora se encuentra en un punto crítico. La formación catalana está considerando consultar a su base sobre si continuar apoyando al Gobierno, lo que podría tener repercusiones serias para la estabilidad legislativa. Con siete diputados clave, Junts puede influir decisivamente en la continuidad del actual Gobierno.
Junts no solo está presionando verbalmente; también ha insinuado la posibilidad de una moción de censura, aunque por el momento esta opción no parece estar sobre la mesa. La líder Miriam Nogueras ha enfatizado que tanto el PP como el PSOE “son lo mismo” y que sería un “error” considerar alternativas como Feijóo o Abascal.
A pesar de estas tensiones, el Gobierno ha tomado nota de las demandas de Junts. El PSOE es consciente de que su futuro depende de estos siete votos cruciales y ha comenzado a actuar en consecuencia. En este contexto, se ha señalado que “ha llegado el momento de empezar a hablar de la hora del cambio”, una frase que resuena con fuerza en los pasillos del poder.
En medio de esta crisis interna, el presidente Sánchez busca abrir nuevas vías de diálogo con Europa. Ha pactado con Friedrich Merz, canciller alemán, para trabajar en hacer oficiales las lenguas cooficiales españolas —catalán, euskera y gallego— dentro de la Unión Europea. Este movimiento se presenta como una respuesta directa al ultimátum lanzado por Junts.
Fuentes cercanas al Gobierno han destacado que la inclusión de estas lenguas es fundamental para la “identidad nacional plurilingüe” del país. Las conversaciones entre España y Alemania comenzarán pronto para presentar un texto ante los 27 miembros en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales.
A medida que avanza esta situación, Salvador Illa, presidente de la Generalitat, ha expresado optimismo a través de redes sociales, afirmando que están más cerca de lograr el estatus oficial del catalán en la UE. Sin embargo, mientras Sánchez intenta mantener la calma desde Moncloa, es evidente que las tensiones con Junts podrían escalar si no se abordan adecuadamente.
Aún queda por ver si los esfuerzos del Gobierno serán suficientes para satisfacer a Junts. La reunión programada en Perpiñán podría ser crucial para definir su apoyo al Ejecutivo. Con plazos establecidos hasta mediados de diciembre para evaluar su respaldo debido a “incumplimientos”, las palabras de Nogueras son claras: “esa prórroga no duraría toda la legislatura”. La presión está aumentando y el tiempo apremia.
Junts ha intensificado su presión sobre el Gobierno de coalición, expresando que "el tiempo de los ultimátum ha terminado" y sugiriendo que podrían consultar a su militancia sobre si seguir apoyando al PSOE y Sumar.
Junts ha descartado la opción de presentar una moción de censura, afirmando que tanto el PP como el PSOE "son lo mismo" y que sería un error apoyar a la alternativa del PP.
Junts ha demandado cambios significativos y ha señalado que la legislatura depende de sus siete diputados, indicando que están atentos a los incumplimientos por parte del Gobierno.
Sánchez ha pactado con el canciller alemán Friedrich Merz para trabajar en hacer oficiales el catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea, lo cual es visto como un avance hacia las demandas de Junts.
Junts está considerando realizar una consulta a su militancia antes de tomar una decisión sobre su apoyo al Gobierno, especialmente debido a lo que consideran numerosos "incumplimientos".