Un año después de la devastadora DANA en España, Greenpeace alerta sobre la falta de preparación del país ante el cambio climático. A pesar de algunos avances en educación y sistemas de alerta, más de 2,7 millones de personas siguen viviendo en zonas de alto riesgo de inundación, donde se continúan planificando nuevas construcciones. La organización destaca la necesidad urgente de reducir las emisiones de CO2 y mejorar la gestión del territorio para evitar futuros desastres. Además, demanda un Pacto de Estado que priorice la adaptación climática y responsabilice a la industria fósil por su papel en la crisis climática.
La reducción de las emisiones de CO2 derivadas del uso de combustibles fósiles como el petróleo, gas y carbón se ha convertido en una prioridad ineludible para España. A un año de la devastadora DANA que dejó 237 fallecidos y causó daños incalculables, la organización Greenpeace lanza un contundente mensaje: el país aún no está preparado para enfrentar fenómenos meteorológicos extremos que se intensifican a causa del cambio climático.
A pesar de algunos avances en la cultura de la prevención, como la inclusión de la educación en emergencias en el currículo escolar y mejoras en los sistemas de alerta temprana, las medidas de adaptación han sido insuficientes. Más de 2,7 millones de personas residen en zonas con alto riesgo de inundación, donde se continúan proyectando nuevas construcciones.
Greenpeace aboga por un Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática, fundamentado en criterios científicos y que trascienda los ciclos políticos. La organización destaca que es crucial cambiar el enfoque hacia una gestión territorial más responsable, dado que muchas infraestructuras se encuentran en áreas vulnerables a inundaciones.
Elvira Jiménez, responsable de Adaptación Climática de Greenpeace España, enfatiza que “las precipitaciones extremas ya no son episodios excepcionales”, instando a adaptar urgentemente las ciudades y territorios. La construcción en zonas riesgosas debe cesar y se debe reconocer el papel protector que desempeña la naturaleza.
A pesar del progreso en algunas áreas, Greenpeace señala que muchos municipios afectados por la DANA carecían de planes locales para adaptarse al cambio climático. Se hace necesario diseñar estrategias integradas y multisectoriales que aborden los diversos riesgos climáticos. Para ello, se requieren recursos financieros y colaboración entre administraciones.
Por otro lado, Greenpeace critica la lentitud en la mitigación del cambio climático. En 2024, las emisiones de gases de efecto invernadero solo disminuyeron un 0.5%, muy lejos del objetivo mínimo del 7% anual necesario durante esta década crítica. Aunque hubo una caída en el consumo de gas gracias al aumento en el uso de energías renovables, el elevado consumo de petróleo sigue siendo preocupante.
La organización exige a las grandes empresas del sector fósil asumir su responsabilidad ante esta crisis climática y avanzar hacia una descarbonización efectiva. Además, reclama nuevos instrumentos fiscales para financiar la reconstrucción tras desastres como la DANA y facilitar la transición energética.
“Mientras las petroleras como Repsol obtienen beneficios multimillonarios cada año, las familias siguen sufriendo las consecuencias de eventos extremos”, denuncia Pedro Zorrilla Miras, responsable de Cambio Climático en Greenpeace. “Las vidas humanas deben prevalecer sobre los intereses económicos”.
Greenpeace vincula sus demandas con la propuesta del Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática, un marco consensuado entre todos los sectores sociales que priorice el bienestar presente y futuro sobre intereses políticos efímeros.
“El cambio climático ya no es una amenaza futura; es una realidad cotidiana”, concluye Jiménez. La urgencia por actuar es evidente ante un panorama donde los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 2,7 millones | Personas en España que viven en zonas con alto riesgo de inundación. |
| 237 | Personas muertas debido a la DANA. |
| -0,5 % | Disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel estatal el año pasado. |
| 7 % | Reducción mínima anual necesaria durante esta década crítica. |
La reducción de las emisiones de CO2 procedentes del uso de petróleo, gas y carbón es la gran asignatura pendiente.
Más de 2,7 millones de personas en España viven en zonas con alto riesgo de inundación.
Greenpeace defiende un Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática guiado por la ciencia que trascienda los ciclos políticos.
Se ha incluido la educación en emergencias en el currículo escolar y se han mejorado los sistemas de alerta temprana.
Se critica la aprobación de leyes que permiten agilizar trámites para construir en zonas inundables sin informes previos de riesgo.
Es necesario revisar y adaptar planes urbanísticos antiguos y aumentar la renaturalización de ecosistemas fluviales y urbanos.
La DANA causó la muerte de 237 personas y provocó daños devastadores en varias regiones de España.
Greenpeace exige que asuman su responsabilidad en la crisis climática y contribuyan a una descarbonización real y rápida.
Muchos municipios afectados por la DANA no contaban con planes locales, lo que hace urgente su diseño e implementación para enfrentar futuros riesgos.