El mercado de coches de ocasión sigue creciendo en España. Para muchos conductores, elegir un vehículo usado es la forma más inteligente de ahorrar sin renunciar a calidad, y entre las opciones más buscadas aparece el Kía Sportage de segunda mano, un SUV que combina espacio, diseño y fiabilidad. Eso sí, antes de lanzarse a la compra conviene tener en cuenta algunos detalles que marcan la diferencia entre una buena inversión y un quebradero de cabeza a medio y largo plazo.
Siguiendo estas recomendaciones que se presentan, seguidamente, se conseguirá un coche en perfecto estado, y a un precio reducido.
Antes de mirar el color de la carrocería o el equipamiento extra, lo fundamental es revisar el historial del coche. Un informe de la DGT sacará a la luz datos clave como el número de dueños, kilometraje real, cargas pendientes o si el vehículo ha sufrido siniestros graves.
La mayoría de los compradores se saltan este paso, confiados en la palabra del vendedor, siendo un grave error. Un Sportage con un historial transparente es siempre una apuesta más segura.
Aunque el Sportage se ha ganado fama de resistente, eso no significa que todos los usados estén igual de cuidados. Conviene preguntar por las revisiones, pedir facturas y comprobar que se han hecho en talleres de confianza.
No hay que olvidarse de aspectos tan importantes como el estado de la correa de distribución, el embrague y el cambio automático en los modelos que lo incorporan. A simple vista, pueden parecer bien, pero una revisión rápida por parte de un mecánico de confianza evitará disgustos posteriores.
El desgaste de los neumáticos dice mucho. Si no están parejos, es probable que el coche tenga problemas de alineación o suspensión. En la carrocería, hay que fijarse en repintados, golpes mal reparados o corrosión en los bajos, sobre todo si el SUV ha circulado por caminos o zonas de costa.
Un vistazo bajo el coche y a las llantas puede descubrir más de lo que parece a primera vista.
Un dato muy repetido a la hora de buscar un coche de segunda mano es el kilometraje, pero no todo es cuestión de números. Un Sportage con 120.000 km en autopista puede estar en mejor estado que otro con 80.000 km de ciudad, donde el arranque y la frenada continuos desgastan más.
Por eso, lo recomendable es preguntar directamente por el uso que se le ha dado. Si el vendedor se muestra claro y ofrece detalles, mejor. La confianza también se mide en estas pequeñas cosas.
El Kia Sportage ha pasado por varias generaciones, y no todas las versiones ofrecen lo mismo. Algunas traen sistemas de seguridad más avanzados, otras destacan por la conectividad y en ciertos modelos la tracción 4x4 marca la diferencia.
Aquí el consejo es simple, además del precio, hay que encontrar el acabado que encaje con las necesidades reales del comprador. A veces merece la pena pagar un poco más por extras que harán la vida más fácil en el día a día.
No hay compra segura sin prueba de conducción. Es el momento de escuchar ruidos extraños, comprobar la suavidad del cambio y sentir cómo responde el motor en distintas situaciones. También se percibe el confort de la suspensión, la visibilidad y la ergonomía al volante.
Un detalle importante es probarlo tanto en ciudad como en carretera, solo así se tendrá una idea completa del comportamiento del coche.
El precio medio del Sportage de segunda mano depende de la versión, el año y los kilómetros. Mirar varios anuncios y comparar siempre ayuda, pero conviene desconfiar de ofertas demasiado baratas. Lo que parece un chollo puede esconder fallos ocultos y, en coches, lo barato suele salir caro.
Comprar a un particular puede salir bien, pero en concesionarios especializados se gana en garantías y en tranquilidad. Revisan el coche antes de ponerlo a la venta y ofrecen contrato y garantía mínima de un año.
Para quienes no quieren riesgos, es probablemente la mejor alternativa. En España, los concesionarios de segunda mano están obligados a dar al menos un año de garantía, pero otros la amplían a varios años, llegando incluso a 5 o 7 en modelos muy nuevos. Esa cobertura salvará al comprador de reparaciones costosas, sobre todo en piezas como la caja de cambios o el motor.
Por este motivo, no hay que restarle importancia a la garantía, ya que es parte del valor del coche.
El Kia Sportage lleva años entre los SUV más vendidos en Europa, por ser un coche equilibrado, práctico y con una fiabilidad que se ha ganado a pulso.
Para quienes quieran conocer cómo ha evolucionado y qué ofrecen las versiones más recientes, merece la pena visitar la web oficial de Kia, en la que se detallan todas las novedades.