María Jesús Montero, vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, criticó al Partido Popular durante una sesión de control en el Congreso. Montero afirmó que el PP tiene un "problema en relación con el feminismo" al pactar con un partido que niega la violencia machista y que solo se preocupa por las mujeres para generar alarmas infundadas. Destacó que el PP vota en contra de medidas que promueven la igualdad y la protección de las mujeres, como la igualdad salarial y el salario mínimo interprofesional. Además, cuestionó la gestión del PP en temas económicos y su falta de apoyo a leyes que benefician a las mujeres, instando a este partido a respaldar iniciativas como la Ley de abolición de la prostitución.
Durante una intensa sesión de control al Gobierno, la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no dudó en criticar con dureza a la portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Ester Muñoz. Montero afirmó que “el Partido Popular solo habla de las mujeres cuando se trata de intentar generar una alerta, una alarma infundada”, subrayando así lo que considera un problema del PP en relación con el feminismo.
La ministra argumentó que los populares están “pactando con un partido político que niega la violencia machista y banaliza la criminalidad contra las mujeres”. Según Montero, esta postura se traduce en un voto sistemático en contra de medidas que buscan promover la igualdad real, tales como la igualdad salarial y políticas económicas favorables para las mujeres.
Montero continuó su crítica asegurando que el PP no cree en la causa de las mujeres, destacando su oposición a iniciativas como el salario mínimo interprofesional y otras medidas destinadas a reducir la temporalidad laboral. En relación a las pulseras telemáticas, enfatizó que “las mujeres han estado protegidas en todo momento” y acusó al PP de intentar provocar una alarma social que agrava el sufrimiento de las víctimas.
A pesar del tono elevado de Muñoz durante el debate, Montero mantuvo que “han intentado sacar rentabilidad política de cuestiones que nada tienen que ver con la igualdad”. Además, advirtió sobre el riesgo de permanecer anclados en una negación respecto a la violencia machista y criticó al PP por no apoyar leyes que realmente promuevan la autonomía femenina.
En respuesta a preguntas planteadas por el diputado popular Juan Bravo, Montero cuestionó: “¿No tiene nada que decir del novio de la señora Ayuso?”, refiriéndose a un caso polémico relacionado con un inspector de la Agencia Tributaria. La ministra consideró inaceptable esta situación y defendió los logros económicos del Gobierno, resaltando cifras récord en creación de empleo y crecimiento económico.
Montero también hizo hincapié en los esfuerzos del Gobierno por perseguir fraudes fiscales, mencionando los 18.000 millones de euros recuperados. Al finalizar su intervención, criticó duramente al presidente valenciano Mazón por su gestión y cuestionó las instrucciones dadas desde Génova para oponerse a propuestas económicas beneficiosas para las comunidades autónomas.
María Jesús Montero señala que el Partido Popular tiene un problema en relación con el feminismo, al pactar con un partido político que niega la violencia machista y que banaliza la criminalidad contra las mujeres.
Montero afirma que el Partido Popular vota en contra de medidas que realmente permiten hacer efectiva la igualdad, como la igualdad salarial, el salario mínimo interprofesional y otras medidas económicas que favorecen a las mujeres.
Montero describe la actitud del PP como una búsqueda de rentabilidad política a partir de cuestiones que no tienen que ver con la igualdad, afirmando que intentan generar alarmas infundadas sobre la situación de las mujeres.
Montero recomienda al PP que si realmente se preocupa por las mujeres, deberían apoyar al Gobierno cuando se lleve a cabo la Ley de abolición de la prostitución en la Cámara.
Montero cuestiona al PP sobre la falta de respuesta respecto a un caso específico relacionado con un miembro del equipo de Isabel Díaz Ayuso, sugiriendo que hay problemas más serios dentro del partido que deberían abordar.