La jueza ha decidido llevar a juicio a Alberto González Amador, el novio de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, por seis delitos que incluyen fraude fiscal y falsedad documental. La investigación apunta a un supuesto fraude de 350.000 euros a través de facturas falsas. A pesar de esto, Ayuso sostiene que se trata de un complot político en su contra, insistiendo en que su pareja es inocente y que la situación es parte de una "cacería política". La defensa de Ayuso se basa en la idea de que el Gobierno está utilizando herramientas del Estado para atacarla personalmente.
La jueza encargada de la instrucción del caso que involucra al novio de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha tomado una decisión crucial. Este lunes, se ha abierto juicio oral contra Alberto González Amador, quien enfrenta seis cargos distintos: dos por fraude fiscal en los años 2020 y 2021, cada uno relacionado con falsedades documentales, un delito continuado contable y pertenencia a grupo criminal.
Isabel Díaz Ayuso ha sostenido que la investigación sobre su pareja es parte de un complot político orquestado desde Moncloa, destinado a incriminar a su novio para luego destruirla a ella. Sin embargo, el desarrollo del caso ha llevado a González Amador y sus cómplices a enfrentarse a posibles penas de hasta cinco años de prisión por haber defraudado 350.000 euros mediante una trama de facturas falsas.
A pesar de las contundentes afirmaciones de la jueza Rodríguez Medel en el auto judicial, Ayuso mantiene su postura. La presidenta ha reiterado que se trata simplemente de una inspección fiscal utilizada como arma política. En su última declaración sobre los problemas legales de su pareja, hace apenas 12 días, afirmó: "Parece que el fiscal general del Estado no tiene nada mejor que hacer que meter las manos en una inspección fiscal de un paisano".
Esta estrategia defensiva incluye caracterizar a González Amador como un "paisano" que simplemente se encontraba en el lugar equivocado. No obstante, la jueza ha llegado a conclusiones muy diferentes tras la investigación.
Desde que surgieron las acusaciones por fraude fiscal, Ayuso ha negado cualquier irregularidad por parte de su pareja. En marzo de 2024 declaró: "Aquí no ha habido ni trama, ni redes paralelas". Afirmó además que es Hacienda quien le debe casi 600.000 euros a él, no al revés.
Según Ayuso, todo responde a un complot del Gobierno de Pedro Sánchez. Ella misma lo describió como "un caso turbio que involucra todos los poderes del Estado", refiriéndose a lo que considera una inspección fiscal salvaje.
Ayuso ha insistido en que se están utilizando todos los recursos del Estado contra un particular y ha calificado la situación como "chavista y gravísima". A lo largo del tiempo, ha insinuado una conspiración política en su contra, afirmando que "todo lo que está pasando obedece a una cacería política". Se presenta así como una víctima dentro del proceso judicial.
A medida que avanza el caso, la defensa pública de Ayuso hacia González Amador continúa siendo firme. Ha minimizado la importancia de la investigación judicial y asegura no haber utilizado su posición para protegerlo. Sin embargo, varios miembros del partido han respaldado públicamente su versión.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 6 | Delitos diferentes |
| 2 | Delitos de fraude fiscal (2020 y 2021) |
| 5 | Años de prisión (máxima pena) |
| 350,000 | Euros defraudados |
| 600,000 | Euros que Ayuso afirma que Hacienda le debe |
El protagonista de la noticia es Alberto González Amador, el novio de Isabel Díaz Ayuso, quien se sentará en el banquillo por varios delitos, incluyendo fraude fiscal y falsedad documental.
A González Amador se le imputan seis delitos diferentes: dos de fraude fiscal (2020 y 2021), dos de falsedad documental, un delito continuado contable y pertenencia a grupo criminal.
Isabel Díaz Ayuso ha defendido que la investigación contra su pareja es un complot político diseñado para perjudicarla, afirmando que no hay irregularidades y que todo se basa en una simple inspección fiscal utilizada en su contra.
Ayuso ha calificado las acusaciones como parte de una "cacería política" y ha insistido en que su novio es inocente, argumentando que no existe una trama detrás del caso.
González Amador podría enfrentarse a penas de hasta cinco años de prisión si es declarado culpable de los delitos que se le imputan.