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Identifican cómo una mutación genética relacionada con el autismo afecta la hormona de la sociabilidad

Redacción | Miércoles 03 de septiembre de 2025

Un estudio liderado por el Instituto de Neurociencias del CSIC y la Universidad Miguel Hernández ha identificado cómo una mutación genética asociada al autismo afecta los niveles de vasopresina, una hormona crucial para la conducta social. Utilizando un modelo de ratón, los investigadores demostraron que esta mutación interfiere en la liberación de vasopresina en el septum lateral del cerebro, lo que se traduce en problemas de sociabilidad y agresividad social. Este hallazgo proporciona una explicación biológica sobre cómo el gen Shank3, relacionado con el autismo, impacta en las interacciones sociales. Además, se han identificado dos receptores de vasopresina que regulan diferentes aspectos del comportamiento, abriendo la puerta a tratamientos personalizados para mejorar déficits sociales sin efectos secundarios no deseados. La investigación cuenta con financiación europea y forma parte del proyecto MotivatedBehaviors, centrado en comprender trastornos asociados a deficiencias en la conducta social.



Un reciente estudio liderado por el Instituto de Neurociencias, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, ha revelado un vínculo significativo entre una mutación genética asociada al autismo y alteraciones en la conducta social. Este trabajo, que representa un avance importante en la comprensión del trastorno, se basa en un modelo animal que permite observar cómo la vasopresina, una hormona crucial para las relaciones sociales, no se libera adecuadamente en el septum lateral, una región cerebral clave para la regulación emocional y comportamental.

Los hallazgos han sido publicados en Nature Communications, donde se establece que la correcta liberación de vasopresina en esta área es fundamental para regular conductas como la sociabilidad y la agresividad social. Hasta ahora, aunque se conocía la relación del gen Shank3 con el autismo, no se había desentrañado el mecanismo biológico que conecta esta mutación con los síntomas observados.

Mecanismos detrás de la conducta social

El equipo de investigación, dirigido por el científico del CSIC Félix Leroy, descubrió que los ratones portadores de la mutación presentan una disminución en la población de neuronas responsables de liberar vasopresina en el núcleo de la estría terminal. Esta estructura cerebral es esencial para las interacciones emocionales y sociales. Como resultado, hay una notable reducción en los niveles de vasopresina que llegan al septum lateral, lo que explica las dificultades sociales observadas en estos animales.

Además, el estudio identifica dos receptores distintos a través de los cuales actúa la vasopresina: el receptor AVPR1a, que regula la sociabilidad, y el receptor AVPR1b, encargado de controlar la agresión social. Los investigadores lograron manipular estos receptores para mejorar cada comportamiento por separado. “Conseguimos mejorar la sociabilidad sin aumentar la agresividad, algo fundamental si pensamos en un futuro tratamiento”, afirma Leroy.

Nuevas tecnologías para comprender mejor

Para llevar a cabo esta investigación, se utilizó un innovador biosensor de vasopresina desarrollado junto al laboratorio de Yulong Li de la Universidad de Pekín. Esta herramienta permitió observar en tiempo real cómo se liberaba esta hormona en el cerebro. “Gracias a esta tecnología pudimos demostrar que la alteración no estaba presente en todo el sistema nervioso, sino en un circuito muy específico”, destaca María Helena Bortolozzo-Gleich, primera autora del estudio.

A través de colaboraciones con investigadores de otras instituciones europeas, como la Universidad de Zúrich, se validaron los resultados mediante análisis computacionales avanzados. La investigación está orientada a desarrollar fármacos que activen selectivamente el receptor AVPR1a para mejorar los déficits sociales asociados al autismo sin inducir efectos secundarios relacionados con comportamientos agresivos.

Implicaciones para tratamientos futuros

Este estudio se realizó principalmente en machos debido a que la vía de vasopresina está más desarrollada en ellos y son los únicos que muestran agresión territorial relevante para este análisis. Las diferencias sexuales observadas podrían ofrecer explicaciones sobre por qué el autismo es más frecuente entre varones y cómo podría manifestarse diferente en mujeres.

"Nuestros resultados sugieren que los tratamientos futuros podrían personalizarse teniendo en cuenta estas diferencias", añade Leroy. La investigación ha recibido apoyo financiero del Consejo Europeo de Investigación (ERC), así como otros organismos internacionales y nacionales.

Investigación respaldada por financiamiento europeo

Este esfuerzo investigativo forma parte del proyecto europeo MotivatedBehaviors, cuyo objetivo es profundizar en el papel del septum lateral dentro del contexto de trastornos asociados a déficit social. En 2023, Leroy ya había publicado un trabajo relevante sobre cómo ciertas hormonas afectan las interacciones sociales. Su trayectoria ha sido reconocida recientemente con el galardón EBBS Mid Career Award.

CSIC Comunicación – Comunidad Valenciana

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Preguntas sobre la noticia

¿Qué estudio se ha realizado sobre la mutación genética vinculada al autismo?

El Instituto de Neurociencias, en colaboración con el CSIC y la Universidad Miguel Hernández, ha liderado un estudio que identifica por primera vez el mecanismo que conecta una mutación en el gen Shank3, relacionado con el autismo, con alteraciones en la conducta social.

¿Cuál es la hormona clave mencionada en el estudio y qué función tiene?

La hormona clave mencionada es la vasopresina, que actúa como mensajero entre neuronas y es esencial para regular comportamientos sociales como la sociabilidad y la agresividad.

¿Cómo afecta la mutación genética a los niveles de vasopresina?

La investigación muestra que en ratones con la mutación del gen Shank3, hay una reducción de neuronas liberadoras de vasopresina en una región específica del cerebro, lo que resulta en una liberación inadecuada de esta hormona y, por ende, en problemas de interacción social.

¿Qué implicaciones tienen los hallazgos del estudio para futuros tratamientos del autismo?

Los resultados sugieren que se pueden desarrollar tratamientos personalizados que mejoren los déficits sociales en personas con autismo sin inducir efectos secundarios relacionados con la agresividad, al activar selectivamente el receptor AVPR1a responsable de la sociabilidad.

¿Por qué se realizó el estudio principalmente en ratones machos?

El estudio se centró en ratones machos porque la vía de la vasopresina está más desarrollada en ellos y solo estos muestran agresión territorial, comportamiento relevante para el análisis.

¿Qué financiamiento recibió este proyecto de investigación?

El trabajo fue financiado por varias entidades, incluyendo el Consejo Europeo de Investigación (ERC), Horizonte 2020 de la Unión Europea, y otras fundaciones e institutos internacionales.

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