La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha informado que el fenómeno de enfriamiento conocido como La Niña podría regresar entre septiembre y noviembre de 2025, con un 55% de probabilidad. Sin embargo, este fenómeno no detendrá la tendencia del calentamiento global provocado por la actividad humana. A pesar de las fluctuaciones climáticas causadas por fenómenos como La Niña y El Niño, el cambio climático sigue elevando las temperaturas globales y exacerbando eventos meteorológicos extremos. En 2024 se prevé que sea uno de los años más calurosos registrados, con temperaturas superiores a la media histórica. La OMM destaca la importancia de utilizar esta información para preparar medidas que puedan salvar vidas y reducir costos en sectores como agricultura y energía.
El fenómeno climático conocido como La Niña podría regresar entre septiembre y noviembre, según los expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Sin embargo, este enfriamiento no detendrá la continua tendencia al calentamiento global provocada por la actividad humana.
Los últimos informes indican que existe un 55% de probabilidad de que las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial se enfríen hasta alcanzar los niveles característicos de La Niña durante el periodo mencionado. Este fenómeno, aunque significativo, no es suficiente para contrarrestar el impacto del cambio climático.
Alrededor del 90 % del exceso de calor acumulado debido al calentamiento global se encuentra en los océanos, lo que convierte a su contenido térmico en un indicador crucial del cambio climático.
La OMM también ha señalado que, para el periodo entre octubre y diciembre de 2025, la probabilidad de condiciones de La Niña aumentará ligeramente hasta un 60%. En contraste, las posibilidades de que se desarrolle El Niño entre septiembre y diciembre son escasas. Actualmente, hay un 45% de probabilidad de que las temperaturas del Pacífico se mantengan estables, sin experimentar picos o descensos inusuales.
La previsión sobre El Niño-Oscilación del Sur es una herramienta vital para la inteligencia climática, capaz de "salvar miles de vidas si se utiliza adecuadamente en las medidas de preparación y respuesta", afirmó Celeste Saulo, secretaria general de la OMM. Además, esta información puede traducirse en ahorros significativos en sectores como agricultura, energía y salud.
A pesar de la relevancia de fenómenos como La Niña y El Niño en la configuración climática mediante alteraciones en las temperaturas oceánicas y patrones meteorológicos, el cambio climático inducido por actividades humanas sigue siendo un factor determinante. Este fenómeno continúa aumentando las temperaturas globales y exacerbando eventos meteorológicos extremos.
Cada año durante la última década ha sido uno de los diez más cálidos registrados, con 2024 proyectándose como el más caluroso hasta ahora. Las temperaturas excepcionales tanto en tierra como en mar han sido motivo de preocupación para la comunidad científica.
Según seis conjuntos de datos internacionales citados por la OMM, la temperatura media global superficial es actualmente 1,55 °C superior a los promedios históricos establecidos entre 1850 y 1900. "Las temperaturas abrasadoras de 2024 requieren medidas climáticas audaces en 2025", advirtió Antóno Guterres, secretario general de la ONU. "Aún hay tiempo para evitar lo peor de la catástrofe climática. Pero los líderes deben actuar ahora", insistió.
Otros fenómenos climáticos importantes que afectan las temperaturas globales incluyen la Oscilación del Atlántico Norte, la Oscilación Ártica y el Dipolo del Océano Índico. Su influencia sobre las temperaturas superficiales y precipitaciones es monitoreada periódicamente por la OMM a través de sus Actualizaciones Climáticas Estacionales Globales (GSCU).
La última actualización prevé que entre septiembre y noviembre las temperaturas serán superiores a lo normal en gran parte del hemisferio norte, así como en extensas áreas del hemisferio sur. Las predicciones sobre precipitaciones reflejan patrones típicos observados durante episodios moderados de La Niña.
Cifra | Descripción |
---|---|
55% | Probabilidad de que las temperaturas del Pacífico ecuatorial se enfríen hasta alcanzar los niveles de La Niña entre septiembre y noviembre. |
60% | Probabilidad de que se den condiciones de La Niña entre octubre y diciembre de 2025. |
45% | Probabilidad de que las temperaturas del Pacífico se mantengan como en los últimos seis meses. |
1,55 °C | Aumento de la temperatura media global de la superficie respecto a la media de 1850-1900. |
La Niña es un fenómeno climático de enfriamiento que se produce en el océano Pacífico. Afecta las temperaturas de la superficie del océano y puede influir en los patrones de vientos, presión y precipitaciones a nivel global.
Se espera que La Niña regrese entre septiembre y noviembre de 2025, con un 55% de probabilidades de que las temperaturas del mar en el Pacífico ecuatorial se enfríen hasta alcanzar los niveles de este fenómeno.
No, aunque La Niña pueda afectar temporalmente las temperaturas, la tendencia al calentamiento global causado por la actividad humana continúa, según expertos meteorológicos de la ONU.
Aproximadamente el 90% del exceso de calor del calentamiento global se almacena en los océanos, lo que convierte su contenido calorífico en un indicador crítico del cambio climático.
La previsión sobre estos fenómenos es una herramienta crucial para la inteligencia climática, ya que puede ayudar a orientar medidas de preparación y respuesta ante desastres, potencialmente salvando vidas y ahorrando millones en sectores como agricultura y salud.
Otros fenómenos clave incluyen la Oscilación del Atlántico Norte, la Oscilación Ártica y el Dipolo del Océano Índico. Estos fenómenos también son monitoreados por la OMM para evaluar su impacto en las temperaturas superficiales y precipitaciones.