Greenpeace ha exigido al Gobierno más medidas contundentes contra el oligopolio energético, tras valorar positivamente el nuevo decreto antiapagones que limita su poder. La organización ecologista critica la falta de impulso al autoconsumo y la eliminación de la Evaluación de Impacto Ambiental para baterías hibridadas con renovables, considerándola peligrosa. Greenpeace solicita la publicación de los nombres de las centrales nucleares y de gas que no respondieron durante el apagón, abogando por mayor transparencia. Además, destaca la necesidad de acelerar la transición energética y regular aspectos como el autoconsumo y el uso especulativo de las hidroeléctricas.
Greenpeace ha expresado su apoyo a las medidas implementadas para limitar el poder del oligopolio eléctrico, aunque critica que el nuevo decreto no incluya un impulso al autoconsumo. La organización ecologista también ha denunciado la eliminación de la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) para las baterías en hibridación con energías renovables, considerándola una decisión innecesaria y peligrosa, y exige su retirada.
El nuevo decreto antiapagones recupera algunas de las medidas importantes del Real Decreto Ley que fue rechazado en el Congreso en julio pasado. Sin embargo, Greenpeace lamenta la omisión de aspectos cruciales como el fomento del autoconsumo. Además, la organización solicita al Gobierno que haga pública la lista de centrales nucleares y de gas que no estuvieron operativas durante el apagón, así como la reinstauración de la EIA para las instalaciones mencionadas. Estas afirmaciones fueron presentadas en sus alegaciones ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
José Luis García Ortega, responsable del Área de Clima, Energía y Movilidad de Greenpeace, declaró: "Este decreto es un paso necesario, pero se requiere mayor contundencia para evitar que el sistema eléctrico siga bajo control del oligopolio. Las investigaciones sobre el apagón evidencian que el debate sobre la energía nuclear y los ataques a las renovables eran distracciones para ocultar los fallos en las centrales de gas."
García Ortega enfatizó que "el Gobierno debe proteger a la ciudadanía, no al oligopolio", instando a que se divulguen los nombres de las centrales inactivas durante el apagón para garantizar transparencia y responsabilidad.
Greenpeace celebra ciertas disposiciones del nuevo decreto, que buscan acelerar la transición energética limitando el poder del oligopolio eléctrico. La norma prevé una mayor supervisión por parte de la CNMC e impone tiempos máximos para tramitar refuerzos necesarios en infraestructuras eléctricas. No obstante, Greenpeace subraya que es insuficiente simplemente limitar este poder; es esencial eliminarlo completamente para prevenir el boicot al consumo colectivo y a las comunidades energéticas.
La organización también aplaude que uno de los objetivos prioritarios del Gobierno sea activar inversiones en almacenamiento, especialmente en combinación con plantas renovables existentes. Se considera positivo reducir a la mitad los plazos administrativos para las baterías hibridadas con plantas renovables. Sin embargo, Greenpeace califica como peligrosa y totalmente innecesaria la eliminación de la EIA para estas instalaciones, ya que esta evaluación es fundamental para mantener un proceso participativo.
La experiencia previa con la Tramitación Ambiental Exprés ha demostrado que eliminar trámites ambientales no acelera efectivamente los procesos y genera desconfianza entre las comunidades locales. Por ello, Greenpeace solicita restablecer la EIA simplificada para estas baterías.
Sara Pizzinato, coordinadora de la Campaña de Energías Renovables de Greenpeace, afirmó: "Es necesario agilizar trámites para avanzar en la transición, pero hacerlo a expensas de garantías ambientales o participación pública es un error. La transición será participativa o no ocurrirá."
A pesar del avance presentado en el Real Decreto propuesto, Greenpeace critica su falta de inclusión respecto a medidas esperadas desde hace tiempo relacionadas con el impulso del autoconsumo. Entre sus demandas se encuentran:
Finalmente, Greenpeace hace un llamado al Gobierno para mantener firme su compromiso con el calendario acordado para cerrar centrales nucleares, argumentando que son incompatibles con un sistema eléctrico basado en energías renovables flexibles y resaltando la necesidad de claridad hacia los trabajadores afectados durante esta transición justa.
Greenpeace valora positivamente los pasos para limitar el poder del oligopolio eléctrico, pero exige más contundencia y la publicación de los nombres de las centrales que no respondieron ante el apagón.
Greenpeace denuncia que la eliminación de la EIA para estas baterías es una medida innecesaria y peligrosa, y pide su retirada para asegurar la participación pública en el proceso.
Greenpeace solicita la ampliación del radio para el autoconsumo de proximidad a 5 km y la creación de un gestor del autoconsumo, así como desgravaciones fiscales por instalar bombas de calor.
Greenpeace demanda medidas para regular el abuso especulativo de las hidroeléctricas, iniciar trámites legislativos para acabar con el oligopolio y mantener firme el calendario de cierre de centrales nucleares.
Greenpeace considera que es un paso necesario, pero insuficiente sin medidas adicionales que acaben con el control del oligopolio sobre el sistema eléctrico.