El Gobierno español ha anunciado que monitorizará de cerca los discursos de odio que puedan surgir a raíz del acuerdo entre PP y Vox en Jumilla, donde se ha decidido prohibir actos islámicos en espacios públicos. Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, esta medida podría atentar contra la libertad y dignidad de las personas, y se realizará un seguimiento a través del Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia. La iniciativa busca promover una sociedad libre de discriminación, recordando que la libertad religiosa está garantizada por la Constitución. Este movimiento sigue al aumento de mensajes de odio detectados tras disturbios racistas en Torre-Pacheco.
El Gobierno ha manifestado su intención de monitorear de cerca los discursos de odio que puedan surgir a raíz del reciente acuerdo entre el PP y Vox en Jumilla, donde se ha decidido prohibir la celebración de actos islámicos en espacios públicos. Esta medida ha generado preocupación entre diversas organizaciones y sectores sociales.
Fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, según información proporcionada por la agencia Efe, han indicado que se llevará a cabo un análisis exhaustivo a través del Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia (Oberaxe). Este organismo se encargará de vigilar los discursos de odio que puedan derivarse o intensificarse debido a estas iniciativas, las cuales consideran que atentan contra la libertad y dignidad de las personas.
Desde el Ministerio dirigido por Elma Saiz, se ha enfatizado el compromiso de trabajar hacia una sociedad "libre de discriminación, racismo y xenofobia". Asimismo, han recordado que la libertad religiosa y de culto está garantizada por la Constitución.
La decisión tomada en Jumilla sigue el precedente de disturbios racistas ocurridos recientemente en Torre-Pacheco, donde se observó un alarmante aumento en los mensajes de odio en redes sociales. En respuesta a esta situación, el Gobierno estableció un grupo de trabajo permanente con plataformas digitales para mejorar la gestión y retirada de estos discursos nocivos.
La prohibición vigente en Jumilla es parte de una iniciativa municipal impulsada por el PP, que modificó una moción anterior presentada por Vox. Esta última proponía explícitamente la prohibición total de celebraciones islámicas en un municipio con aproximadamente 27.000 habitantes y una considerable comunidad musulmana.
La propuesta finalmente aprobada durante el pleno del 28 de julio no solo busca restringir actos culturales islámicos, sino también instar al Gobierno local a "promover actividades, campañas y propuestas culturales que defiendan nuestra identidad y protejan los valores y las manifestaciones religiosas tradicionales en nuestro país".
El Gobierno ha afirmado que seguirá "muy de cerca" los discursos de odio que puedan surgir como consecuencia del acuerdo entre PP y Vox en Jumilla, a través de su Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia (Oberaxe).
Ambos partidos han acordado prohibir la celebración de actos islámicos en espacios públicos de la localidad murciana de Jumilla, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles discursos de odio.
A raíz de disturbios racistas ocurridos en Torre-Pacheco, también en Murcia, se detectó un aumento notable de mensajes de odio en redes sociales, lo que llevó al Ejecutivo a crear un grupo de trabajo permanente para abordar este problema.
La iniciativa del PP insta al Gobierno local a promover actividades y campañas culturales que defiendan la identidad y protejan los valores y manifestaciones religiosas tradicionales en España.
El Ministerio ha advertido que la libertad religiosa y de culto está garantizada por la Constitución española, lo cual es fundamental en el análisis de las iniciativas propuestas por los partidos políticos.