El Ayuntamiento de Jumilla, Murcia, ha aprobado una controvertida medida que prohíbe la celebración de actos islámicos en espacios públicos, como la Fiesta del Cordero. Esta moción, impulsada por Vox y respaldada por el PP, ha generado críticas al considerarse un ataque a la libertad religiosa y a la diversidad cultural. Vox argumenta que estas actividades son "ajenas a la identidad" del pueblo español. La decisión ha sido calificada de xenófoba y ha suscitado un intenso debate sobre los derechos religiosos en España.
La localidad de Jumilla, en Murcia, ha sido escenario de una controvertida decisión que ha suscitado críticas en torno a la libertad religiosa. La formación política Vox ha logrado la aprobación de una moción que prohíbe la celebración de actos islámicos en espacios públicos, bajo el argumento de proteger la cultura española.
Este movimiento se produce en un contexto donde Vox, liderado por Santiago Abascal, ha intensificado su discurso contra la inmigración y las tradiciones no cristianas. La medida, que afecta a eventos como la Fiesta del Cordero y otras conmemoraciones relacionadas con el fin del Ramadán, fue presentada el pasado 6 de junio. A pesar de contar solo con un concejal en el ayuntamiento, Juan Agustín Carrillo, la propuesta encontró respaldo en el Partido Popular (PP), que gobierna el consistorio.
“Jumilla hace historia”, proclamó Vox tras la aprobación de esta normativa. Sin embargo, muchos críticos señalan que esta decisión marca un retroceso en los derechos fundamentales y promueve un ambiente más xenófobo en este municipio de 27.000 habitantes. La justificación para esta prohibición se basa en argumentos que consideran estas actividades como “ajenas a la identidad como pueblo”.
El concejal Carrillo expresó su apoyo a la medida a través de un mensaje en X, donde enfatizó: “¡España es y será siempre tierra de raíces cristianas!”. Este tipo de declaraciones han generado un intenso debate sobre los límites entre la defensa de una identidad cultural y el respeto por las libertades individuales garantizadas por la Constitución española.
La norma ha sido calificada por muchos como un ataque directo a la libertad religiosa, lo que plantea interrogantes sobre cómo se gestionará la diversidad cultural en España. A medida que se intensifican las tensiones entre diferentes grupos culturales y religiosos, este tipo de decisiones podrían tener repercusiones significativas para la convivencia pacífica.
A medida que avanza el debate público sobre esta cuestión, queda claro que las decisiones políticas pueden influir profundamente en las dinámicas sociales y culturales dentro de comunidades diversas como Jumilla.
Se ha aprobado una medida que prohíbe celebrar actos de la cultura islámica, como la Fiesta del Cordero, en espacios públicos de Jumilla, Murcia.
La moción fue propuesta por Vox y contó con el apoyo del Partido Popular (PP), que lidera el consistorio de Jumilla.
La justificación presentada para la prohibición es que estas actividades son consideradas "ajenas a la identidad como pueblo" y se argumenta que defiende la cultura española.
La norma ha sido criticada como un ataque a la libertad religiosa, que está defendida por la Constitución española.
Vox celebró la aprobación de esta medida, afirmando que "Jumilla hace historia" al tomar esta decisión.