La Guardia Civil ha detenido a dos individuos en La Rioja y Soria por grabar y difundir imágenes de contenido sexual sin consentimiento, afectando a 27 víctimas. Estos detenidos aprovechaban su relación de confianza con las víctimas para instalar dispositivos de grabación en sus móviles y viviendas. La operación "Vinteox" reveló un sistema organizado de obtención y clasificación de contenido íntimo, incluyendo la utilización de videollamadas para capturar imágenes sin autorización. Los acusados enfrentan cargos por revelación de secretos y acceso ilícito a sistemas informáticos.
La Guardia Civil ha llevado a cabo la operación “Vinteox”, resultando en la detención de dos individuos en las provincias de La Rioja y Soria. Estos sujetos son acusados de obtener, clasificar, modificar y difundir contenido sexual sin el consentimiento de 27 víctimas.
El análisis de los dispositivos confiscados reveló la existencia de 33 vídeos de origen extranjero, con indicios de haber sido grabados en países como Asia, Sudamérica o Rusia. Estas grabaciones incluyen escenas de abusos sexuales y violaciones, algunas dirigidas a mujeres menores de edad.
La investigación se inició en marzo, cuando los agentes detectaron varios grupos cerrados en una plataforma de mensajería. En estos espacios virtuales, se organizaban encuentros para compartir imágenes íntimas de mujeres jóvenes sin su conocimiento ni consentimiento.
Los participantes recibían instrucciones detalladas sobre cómo obtener dicho contenido mediante engaños, suplantación o intrusión en dispositivos personales. Este entorno fomentaba la creación y el intercambio constante de material ilícito bajo un manto de impunidad y anonimato.
A medida que avanzaba la investigación, los agentes lograron identificar a dos hombres, uno de ellos administrador de varios canales, así como a un total de 27 víctimas. Estas habían sido grabadas sin su conocimiento o habían sufrido accesos ilegales a sus dispositivos informáticos para robar imágenes. La mayoría residía en Logroño, aunque también se encontraron casos en Albacete, Guipúzcoa, Navarra, Palencia, Soria, Vizcaya y Zaragoza.
Sistemas ocultos para espiar a las víctimas
Durante la indagación, se descubrió que los detenidos habían instalado sistemas de videovigilancia encubiertos en pisos compartidos con algunas víctimas. También utilizaron alojamientos durante viajes con amigos e incluso viviendas particulares donde contaban con confianza personal.
De este modo, lograron espiar y grabar continuamente escenas privadas sin que las víctimas sospecharan nada. Posteriormente, difundieron estas grabaciones en grupos cerrados de mensajería instantánea.
Las imágenes y vídeos obtenidos eran clasificados en carpetas independientes según criterios como el nombre de la víctima o su lugar de residencia. Además, parte del material fue intercambiado o vendido a terceros con fines económicos.
A los detenidos se les atribuyen delitos relacionados con la revelación de secretos, lo que implica graves vulneraciones del honor y la intimidad personal, así como el acceso ilícito a sistemas informáticos.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 2 | Personas detenidas |
| 27 | Víctimas afectadas |
| 33 | Vídeos de origen extranjero encontrados |
La operación se denominó “Vinteox”, realizada por la Guardia Civil, que resultó en la detención de dos personas en La Rioja y Soria.
Se identificaron un total de 27 víctimas que fueron grabadas sin su consentimiento o cuyos dispositivos informáticos fueron accedidos ilícitamente.
Aprovechaban la relación de confianza con sus víctimas para instalar sistemas de grabación en sus móviles y también utilizaban engaños y suplantaciones para obtener imágenes íntimas.
Los agentes localizaron 33 vídeos de origen extranjero que mostraban escenas de abusos sexuales y violaciones, algunas de ellas contra mujeres menores de edad.
El material se compartía en grupos cerrados de mensajería instantánea, donde se organizaban "quedadas virtuales" para intercambiar imágenes íntimas sin el conocimiento ni consentimiento de las víctimas.
A los detenidos se les atribuyen delitos relacionados con la revelación de secretos, graves vulneraciones del honor e intimidad personal, así como acceso ilícito a sistemas informáticos.