El Ministerio de Derechos Sociales ha rendido homenaje a las víctimas del genocidio gitano en la Segunda Guerra Mundial, conocido como Samudaripen. Este acto cobra especial relevancia en el contexto del 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a la Península. Durante la ceremonia, el ministro Pablo Bustinduy destacó la importancia de reconocer el dolor y los horrores sufridos por esta comunidad a lo largo de la historia. La conmemoración incluyó una ofrenda floral y una actuación musical, y reunió a representantes institucionales y asociaciones gitanas. El evento busca preservar la memoria histórica y combatir el olvido, reafirmando el compromiso con una memoria democrática inclusiva y reparadora.
El Ministerio de Derechos Sociales, en colaboración con el Consejo Estatal del Pueblo Gitano, ha llevado a cabo un acto conmemorativo para recordar el Samudaripen, el término que designa el genocidio del pueblo gitano perpetrado por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Este año, la ceremonia adquiere una relevancia especial al coincidir con el 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a la Península Ibérica.
Durante la ceremonia, Pablo Bustinduy, ministro de Derechos Sociales, enfatizó la necesidad de reconocer y dar visibilidad al sufrimiento histórico del pueblo gitano. "Es fundamental que las instituciones asuman su responsabilidad en reparar el daño causado a lo largo de los siglos", afirmó Bustinduy, recordando eventos trágicos como la Gran Redada y la Prisión General de gitanos en 1749. El ministro subrayó que “tenemos la responsabilidad de dotar a la historia de todo su sentido y su peso”.
Carmen Santiago, vicepresidenta segunda del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, también participó en el homenaje. En sus declaraciones, resaltó que este acto no solo busca recordar las atrocidades sufridas, sino también preservar la memoria y combatir el olvido. “Existen diversas formas de luchar contra el genocidio; una de las más importantes es mantener viva nuestra identidad cultural”, añadió Santiago.
El evento incluyó una ofrenda floral en honor a las víctimas del genocidio y una actuación musical por parte de la Orquesta Filarmónica Cervantina de las 25 Villas. Esta conmemoración se realiza en torno al 2 de agosto, fecha en que más de 4.000 personas romaníes fueron asesinadas en Auschwitz-Birkenau.
Acompañando al ministro Bustinduy estuvieron figuras destacadas del ámbito institucional y cultural. Entre ellas se encontraban María Guijarro, secretaria de Estado de Igualdad y para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres; Patricia Bezunartea, directora general de Diversidad Familiar y Servicios Sociales; y Beatriz Carrillo, directora general para la Igualdad de Trato y No Discriminación del Ministerio de Igualdad. Carrillo hizo historia al ser la primera mujer gitana en presidir una comisión legislativa en el Congreso en 2019.
El acto fue un espacio para consolidar el compromiso institucional hacia una memoria democrática más inclusiva y reparadora. Además, se escucharon voces romaníes reconocidas por su trayectoria en defensa de los derechos humanos y culturales de su comunidad.
El Samudaripen se refiere al intento de exterminio del pueblo gitano a manos del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Este año, el homenaje cobra especial relevancia porque se conmemora el 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a la Península.
En el acto participaron portavoces de asociaciones gitanas, representantes institucionales y culturales, así como personas vinculadas a la defensa de los derechos humanos y la memoria histórica.
A lo largo del año se están desarrollando acciones que reconocen la contribución del pueblo gitano a la historia social, cultural y política de España, incluyendo actos de reparación y memoria frente a las agresiones sufridas por la comunidad.
El ministro Bustinduy destacó la necesidad de reparar el daño causado al pueblo gitano a lo largo de la historia y subrayó que es importante dar centralidad y reconocimiento al dolor y los horrores sufridos por esta comunidad.
La ceremonia incluyó una ofrenda floral en memoria de las víctimas del genocidio y una actuación musical interpretada por la Orquesta Filarmónica Cervantina de las 25 Villas.
El 2 de agosto es una efeméride internacional en la que se recuerda que más de 4.000 personas romaníes fueron asesinadas en una sola noche en Auschwitz-Birkenau.