El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha advertido que participar en la marcha del Orgullo de Budapest, que ha sido prohibida por las autoridades, "tendrá consecuencias legales". Las reformas constitucionales aprobadas por su partido permiten multar a quienes asistan a este evento. A pesar de la prohibición, el alcalde de Budapest sostiene que la marcha se llevará a cabo como un evento municipal. La presidenta de la Comisión Europea ha instado a Hungría a permitir la celebración sin sanciones. Se espera la participación de numerosos políticos internacionales en la marcha.
La tensión se ha intensificado en Budapest, donde el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha lanzado una advertencia contundente a quienes planean participar en la marcha del Orgullo de Budapest, que ha sido prohibida por las autoridades. Orbán afirmó que los asistentes deberán enfrentar consecuencias legales, aunque aclaró que no se recurrirá a la fuerza policial. “Si alguien no cumple las leyes debe enfrentar las consecuencias legales”, declaró el primer ministro en una entrevista con la radio pública.
En sus declaraciones, Orbán enfatizó que “si alguien se presenta (en la marcha) en vestimenta insuficiente, es algo que no se puede hacer” y que esto acarreará sanciones legales. Esta afirmación hace referencia a las recientes reformas legislativas que han permitido prohibir eventos como la marcha del Orgullo, bajo el argumento de que tales actividades ponen en riesgo el “desarrollo adecuado” de los menores. Sin embargo, el mandatario subrayó que las sanciones no incluirán agresiones físicas por parte de la policía.
Las reformas constitucionales aprobadas en marzo por la mayoría del partido Fidesz han facilitado la prohibición de la Marcha del Orgullo, y se espera que la participación en estos eventos sea objeto de multas impuestas por las fuerzas del orden, que también planean implementar sistemas de reconocimiento facial para identificar a los participantes.
El ministro de Justicia húngaro, Bence Tuzson, envió una carta a diversas embajadas extranjeras en Budapest, instando a recordar a los participantes sobre las posibles multas. A pesar de este panorama, el alcalde progresista de Budapest, Gergely Karácsony, ha manifestado su intención de llevar a cabo la marcha argumentando que al ser un evento municipal no requiere autorización previa de las autoridades locales. No obstante, esta postura ha generado desacuerdos con la policía, que insiste en su prohibición.
Se anticipa una notable participación internacional en la marcha del Orgullo, con decenas de políticos provenientes de diversas partes del mundo. Entre ellos destacan 70 eurodiputados y figuras españolas como Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno español; Ernest Urtasun, ministro español de Cultura; y Jaume Collboni, alcalde de Barcelona.
Viktor Orbán, el primer ministro de Hungría, advirtió que aquellos que participen en la marcha del Orgullo, que está prohibida por las autoridades, deberán asumir consecuencias legales. Sin embargo, excluyó que la policía utilice la fuerza para hacer cumplir estas leyes.
Orbán mencionó que participar en la marcha y presentarse en vestimenta considerada insuficiente podría resultar en multas impuestas por la policía, según las legislaciones aprobadas recientemente.
El alcalde progresista de Budapest, Gergely Karácsony, afirmó que la marcha se celebrará ya que es un evento municipal y no necesita autorización previa de las autoridades, a pesar de la prohibición impuesta por la policía.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, hizo un llamado a las autoridades húngaras para que permitan la celebración de la marcha del Orgullo sin temor a sanciones penales o administrativas.
Se espera que participen decenas de políticos de todo el mundo, incluyendo 70 eurodiputados y miembros del Gobierno español como Yolanda Díaz y Ernest Urtasun.