España no cumplirá con el nuevo objetivo de la OTAN de destinar el 5% del PIB al gasto en defensa en la próxima década, lo que no es un caso aislado ya que otros países también han incumplido compromisos anteriores sin consecuencias. Los acuerdos de gasto en defensa de la OTAN son políticos y no jurídicamente vinculantes, lo que significa que no hay sanciones para los países que no cumplen. Sin embargo, con Donald Trump nuevamente en la Casa Blanca, podría haber una presión política más fuerte sobre aquellos que no cumplan. A pesar de esto, Pedro Sánchez ha afirmado que España alcanzará el 2% del PIB en defensa para 2025, cumpliendo así un compromiso anterior. La situación plantea interrogantes sobre las futuras implicaciones para los países miembros que no sigan las reglas establecidas por la alianza.
España ha dejado en claro que no cumplirá con el nuevo objetivo de la OTAN, que estipula dedicar el 5% del PIB al gasto en defensa durante la próxima década. Esta decisión, aunque controvertida, no resulta sorprendente. No es la primera vez que un país se aparta de estos compromisos y, hasta el momento, las consecuencias han sido prácticamente inexistentes.
Un aspecto crucial a considerar es que los acuerdos de gasto en defensa establecidos en las cumbres de la OTAN carecen de fuerza legal. En otras palabras, no son leyes vinculantes. No existen sanciones ni castigos para aquellos países que deciden no cumplir. Se trata de compromisos políticos, con plazos extensos y sin repercusiones inmediatas.
En 2014, durante la cumbre de la OTAN celebrada en Gales, los aliados acordaron aumentar progresivamente el gasto militar hasta alcanzar el 2% del PIB en 2024. Entre los firmantes se encontraban líderes como Mariano Rajoy por España y Barack Obama por Estados Unidos. Hoy, ninguno de ellos ocupa ya su cargo.
¿Y qué ocurrió en 2024? Ocho países no lograron cumplir con este objetivo: Croacia (1,81%), Portugal (1,55%), Italia (1,49%), Canadá (1,37%), Bélgica (1,30%), Luxemburgo (1,29%), Eslovenia (1,29%) y España (1,28%). Sin embargo, lo más notable es que no hubo ninguna consecuencia tangible. No se impusieron sanciones ni advertencias formales; los compromisos quedaron reducidos a meras declaraciones de intenciones.
En la última cumbre de la OTAN, los países elevaron sus expectativas al proponer alcanzar el 5% del PIB en defensa para 2035. Sin embargo, el presidente Pedro Sánchez ha manifestado que España no puede asumir ese costo adicional de aproximadamente 350.000 millones de euros en la próxima década, argumentando que dicho nivel de gasto sería incompatible con el Estado del bienestar y las prioridades sociales del país.
A pesar de esto, Sánchez ha afirmado que se alcanzará el 2% en 2025, lo que significaría que España finalmente cumpliría con aquel compromiso establecido en 2014. Aunque sea un año tarde, sería un avance significativo.
Aquello que antes era una falta sin consecuencias podría comenzar a tener repercusiones. ¿Por qué? Porque Donald Trump, quien ya había impuesto una visión más dura y mercantilista sobre la OTAN durante su primer mandato, está nuevamente al frente de la Casa Blanca. Ha dejado claro que no protegerá a aquellos países que “no pagan lo que deben”.
Aunque formalmente no existan sanciones dentro de la OTAN, sí hay una creciente presión política, diplomática y estratégica. Si Estados Unidos —el principal pilar militar de la Alianza— comienza a señalar a quienes incumplen sus compromisos, las cosas podrían complicarse considerablemente.
Así pues, aunque legalmente no haya consecuencias inmediatas, el mensaje es inequívoco: la OTAN ha evolucionado más allá de ser un simple pacto militar; se ha convertido en un club con reglas claras… y quienes no cumplan corren el riesgo de quedar fuera del paraguas protector.
País | Gasto en Defensa (% del PIB) |
---|---|
España (2024) | 1.28% |
Croacia | 1.81% |
Portugal | 1.55% |
Italia | 1.49% |
Canadá | 1.37% |
Bélgica | 1.30% |
Luxemburgo | 1.29% |
Eslovenia | 1.29% |
Nuevo objetivo de gasto en defensa para España:
Costo adicional estimado:
Compromiso anterior:
No, España ha dejado claro que no va a cumplir el nuevo objetivo de dedicar el 5% del PIB al gasto en defensa en la próxima década.
Los compromisos de gasto en defensa que salen de las cumbres de la OTAN no son jurídicamente vinculantes, por lo que no hay sanciones ni castigos para los países que no cumplen. Hasta ahora, estos compromisos han quedado como declaraciones de intenciones sin consecuencias reales.
En 2014, se comprometieron a alcanzar el 2% del PIB en 2024, pero ocho países, incluyendo España, no cumplieron ese objetivo y no hubo sanciones ni advertencias formales.
Pedro Sánchez ha afirmado que España alcanzará el 2% del PIB en gasto militar para 2025, aunque considera que el nuevo objetivo del 5% para 2035 no es compatible con las prioridades sociales del país.
Donald Trump ha manifestado que no piensa proteger a países que "no pagan lo que deben", lo que podría traducirse en presión política y diplomática sobre aquellos países que incumplen sus compromisos con la OTAN.