Un hombre de 35 años fue detenido en Irun por la Ertzaintza acusado de detención ilegal y coacciones. La víctima, que había sido acogida por la familia del arrestado en una vivienda ocupada, fue forzada a realizar hurtos en comercios para beneficio del sospechoso. Tras varios meses de abuso, logró pedir ayuda a la seguridad del centro comercial donde estaba robando. Además del principal detenido, dos familiares también están siendo investigados por los mismos delitos. El caso se inició cuando la víctima denunció su situación el 9 de junio tras sufrir múltiples coacciones.
Agentes de la Ertzaintza llevaron a cabo la detención de un hombre en Irun, acusado de detención ilegal y coacciones. El arrestado obligaba a su víctima a cometer hurtos en diversos establecimientos comerciales para su propio beneficio. La víctima, un hombre que había sido acogido por una familia en una vivienda ocupada, era sometido a un estricto control y encerrado en el hogar cuando sus captores se ausentaban.
La operación culminó con la detención del principal sospechoso y la imputación de otros dos familiares, un hombre y una mujer. Esta acción se produjo tras finalizar una investigación iniciada el 9 de junio, cuando la víctima decidió comunicar su situación, que había estado sufriendo durante varios meses.
El día de su denuncia, el hombre había sido forzado, como en ocasiones anteriores, a robar un carro lleno de productos en un centro comercial de Oiartzun. Aprovechando un momento de distracción de su captor, logró pedir ayuda al personal de seguridad y a la Ertzaintza, exponiendo así su crítica situación.
Según relató la víctima, quien se encuentra en una situación de gran vulnerabilidad tras la muerte de un familiar el año pasado, fue acogido por un individuo que residía en una vivienda ocupada junto a su familia. Aunque al principio el trato fue correcto, con el tiempo y ante la falta de recursos económicos, comenzó a ser coaccionado para realizar hurtos.
El detenido acompañaba a la víctima a supermercados donde llenaban carros con artículos que luego le obligaba a sacar sin pagar. Además, lo forzaba a repostar combustible sin abonar el importe correspondiente y realizar otras compras sin fondos. La víctima también era sometida a un control riguroso, siendo encerrado en casa durante las ausencias del grupo familiar.
Aparte de los hurtos, el arrestado presionó a la víctima para que pusiera tres vehículos adquiridos tras recibir una herencia a su nombre. Estos vehículos están bajo investigación por posible apropiación indebida.
Finalmente, el principal sospechoso, un hombre de 35 años con numerosos antecedentes policiales, fue detenido y será presentado ante las autoridades judiciales en las próximas horas. Además, dos familiares del detenido han sido investigados por los mismos delitos.
Un hombre de 35 años fue detenido por la Ertzaintza acusado de detención ilegal y coacciones.
Fue arrestado por obligar a su víctima a realizar hurtos en establecimientos comerciales en su beneficio, sometiéndolo a un férreo control y encerrándolo en una vivienda ocupada.
La víctima era un hombre que había sido acogido por la familia del detenido tras el fallecimiento de un familiar. Se encontraba en una situación de gran vulnerabilidad y fue obligado a cometer delitos bajo coacción.
La víctima fue forzada a hurtar artículos de supermercados, repostar combustible sin pagar y realizar compras sin fondos, entre otros actos delictivos.
Aprovechando un descuido de su captor, solicitó auxilio al personal de seguridad y a la Ertzaintza, denunciando su situación después de haber sido obligado a hurtar un carro de la compra.
Dos familiares del principal sospechoso también han sido investigados por los mismos delitos relacionados con detención ilegal y coacciones.