Un informe europeo revela que el aumento de la altura de los SUV está comprometiendo la seguridad vial de peatones, especialmente niños, en las calles españolas. Desde 2010, la altura media del frontal de los coches ha aumentado significativamente, dificultando la visibilidad para los conductores y aumentando el riesgo de accidentes graves. Cada 10 centímetros adicionales en la altura del capó incrementan en un 27% la probabilidad de muerte para peatones y ciclistas. Las organizaciones ambientales piden a la UE que limite esta altura para mejorar la seguridad y recuperar el espacio público. En España, más del 55% de las matriculaciones son SUV, lo que agrava el problema.
Un reciente informe europeo revela que el aumento de los SUV está comprometiendo la visibilidad de los conductores, lo que genera una creciente preocupación por la seguridad de peatones, especialmente de niñas y niños en las calles españolas.
Según el estudio, los vehículos nuevos en Europa, incluidos aquellos comercializados en España, han incrementado su altura promedio en medio centímetro cada año. Este fenómeno, vinculado al auge de los SUV, no solo implica un uso más intensivo del espacio público urbano, sino que también ha elevado las inquietudes sobre la seguridad vial, particularmente para los peatones y ciclistas vulnerables como menores y ancianos.
El análisis realizado por la federación europea Transport & Environment (T&E), junto a la campaña Clean Cities, destaca que la altura media del frontal de los coches ha aumentado de 76,9 centímetros en 2010 a 83,8 centímetros en 2024. Esta tendencia se produce sin que exista hasta ahora una regulación europea o española que limite estas dimensiones.
Las implicaciones prácticas son preocupantes. Las pruebas incluidas en el informe indican que desde el asiento del conductor de vehículos grandes es imposible ver a un niño o niña de hasta nueve años situado justo delante del coche. Modelos comunes como el Land Rover Defender tampoco permiten visualizar a menores de cuatro años y medio.
A velocidades habituales en entornos urbanos (hasta 50 km/h), un peatón puede ser empujado debajo del vehículo en lugar de ser desviado hacia un lado, aumentando significativamente el riesgo de lesiones fatales. De acuerdo con estudios citados en el informe, cada incremento adicional de diez centímetros en la altura del capó incrementa en un 27% la probabilidad de muerte para peatones y ciclistas involucrados en accidentes. Además, los SUV y camionetas con frontales elevados presentan entre un 20% y un 50% más de riesgo de lesiones graves para ocupantes de vehículos más pequeños durante colisiones.
“Cada día muere un niño o niña en nuestras carreteras debido a coches tan grandes que son invisibles desde el asiento del conductor. ¿Cómo es posible que esto sea aceptable? Afortunadamente, cada vez más instituciones locales se están oponiendo a esta proliferación y defienden lo que realmente desea la ciudadanía: calles seguras y verdes sin vehículos monstruosos”, afirman desde Clean Cities.
En España, la situación es igualmente alarmante. Aunque el informe abarca datos europeos, aquí los SUV ya representan más del 55% de las matriculaciones, una cifra que ha ido creciendo desde 2012. Esto está transformando nuestras ciudades en espacios menos seguros para la movilidad activa.
"Estamos viendo cómo las calles se llenan de coches que no solo ocupan más espacio, sino que también representan un riesgo evidente para la seguridad vial", advierten organizaciones involucradas en la campaña. Carmen Duce, coordinadora de Ecologistas en Acción y Clean Cities España, enfatiza: “Esto es un problema de seguridad pública, no solo una cuestión estética”.
Tanto T&E como Clean Cities han solicitado a la Unión Europea establecer límites a la altura del morro de los coches para 2035 como parte de un conjunto más amplio de reformas destinadas a controlar las dimensiones crecientes de los automóviles. El estudio propone limitar la altura máxima del capó a 85 centímetros.
Este plazo permitiría minimizar las alteraciones en la producción actual y fomentar políticas fiscales más justas vinculadas al tamaño y peso vehicular. En gran parte de Europa, el peso es actualmente el mejor indicador disponible mientras se espera una mayor transparencia sobre las dimensiones vehiculares.
“No se trata solo de seguridad vial; es una cuestión sobre cómo queremos que sean nuestras ciudades. Más espacio para coches grandes significa menos áreas para juegos, bicicletas y terrazas. Existen alternativas más seguras, limpias y eficientes”, concluyen desde Clean Cities España.
Notas para la redacción
Cifra | Descripción |
---|---|
76.9 cm | Altura media del frontal de los coches en 2010 |
83.8 cm | Altura media del frontal de los coches en 2024 |
27% | Aumento en la probabilidad de muerte por cada 10 cm adicionales de altura del capó para peatones y ciclistas |
55% | Porcentaje de matriculaciones de SUV en España |
El aumento en la altura y tamaño de los coches, especialmente los SUV, dificulta la visibilidad de los conductores, lo que incrementa el riesgo para peatones, ciclistas y, en particular, para niños y niñas en las calles.
Según un estudio, la altura media del frontal de los coches ha aumentado de 76.9 cm en 2010 a 83.8 cm en 2024, sin que existan límites establecidos por la normativa europea o española hasta la fecha.
A mayor altura del morro del coche, aumenta la probabilidad de muerte para peatones y ciclistas en caso de accidente. Cada 10 cm adicionales de altura incrementan en un 27% esta probabilidad.
Se ha solicitado a la UE que limite la altura del morro de los coches a un máximo de 85 cm para 2035 y que se reconsideren políticas fiscales vinculadas al peso y tamaño de los vehículos.
En España, más del 55% de las matriculaciones corresponden a SUV, una cifra que ha ido aumentando desde 2012, lo que está transformando las ciudades en entornos menos seguros para la movilidad activa.