Mientras la UE y Reino Unido toman medidas ante la creciente crisis humanitaria, Trump presiona para un cese del fuego y el regreso de los rehenes. A pesar de su deseo de que termine el conflicto, Trump continúa apoyando a Israel, incluso sugiriendo medidas drásticas como la expulsión de palestinos. La situación en Gaza se agrava, con advertencias sobre la posible muerte de miles de bebés por falta de ayuda humanitaria.
Benjamin Netanyahu está llevando al límite la paciencia del mundo con su ofensiva contra Gaza. El presidente de Israel ha intensificado la destrucción y la masacre en la Franja, lo que ha llevado a la Unión Europea y al Reino Unido a considerar imposible seguir mirando para otro lado.
La situación se ha vuelto crítica tras el alarmante anuncio de que, en un plazo de 48 horas, podrían morir 14.000 bebés debido a la escasez de ayuda humanitaria. Este escenario ha comenzado a movilizar a Europa y al Reino Unido, que están anunciando medidas frente a lo que consideran un genocidio que Israel lleva a cabo casi con total impunidad.
Otro país que muestra signos de cansancio ante la postura de Netanyahu es Estados Unidos. Recientemente, el primer ministro israelí admitió sin atisbo de vergüenza que permitiría la entrada limitada de ayuda en Gaza para no perder apoyos internacionales mientras busca hacerse con "la totalidad de la Franja".
Según información del portal Axios, Donald Trump se encuentra "frustrado" por el desarrollo del conflicto. Un funcionario de la Casa Blanca declaró que el presidente desea que termine la guerra, que los rehenes regresen a casa, y que se inicie la reconstrucción.
Funcionarios estadounidenses han indicado que Washington está ejerciendo presión tanto sobre Israel como sobre Hamás para aceptar una nueva propuesta presentada por el enviado de la Casa Blanca, Steve Witkoff, enfocada en un acuerdo sobre rehenes y un cese del fuego.
"El presidente ve una oportunidad real de paz y prosperidad en la región, pero la guerra en Gaza es el último foco de tensión y quiere que termine", añadieron las fuentes consultadas.
A pesar del deseo expresado por Trump de poner fin al conflicto, esto no implica una retirada de su apoyo hacia Israel. De hecho, hace poco volvió a insistir en su intención de expulsar a dos millones de palestinos de Gaza y transformar la Franja "en una zona de libertad".
La noticia indica que el presidente de Israel, Benjamin Netanyahu, ha acelerado la destrucción y la masacre en Gaza, lo que ha llevado a la Unión Europea y al Reino Unido a movilizarse contra él. La falta de ayuda humanitaria está causando una crisis severa, con advertencias sobre la posible muerte de miles de bebés.
Donald Trump se muestra frustrado por la situación en Gaza y desea que termine la guerra. Según un funcionario de la Casa Blanca, Trump quiere que los rehenes regresen a casa, que entre ayuda humanitaria y que comience la reconstrucción.
Estados Unidos ha estado presionando tanto a Israel como a Hamás para que acepten una nueva propuesta para un acuerdo de rehenes y cese del fuego, presentada por el enviado de la Casa Blanca.
Trump prometió durante su campaña electoral que acabaría con las guerras en Ucrania y Gaza en un corto periodo de tiempo, aunque hasta ahora no ha logrado cumplir estas promesas.
A pesar de su deseo de que Netanyahu termine con el conflicto, Trump no parece estar dispuesto a retirar su apoyo a Israel. Recientemente, ha insistido en planes para expulsar a palestinos de Gaza y convertirla en una "zona de libertad".