Benjamin Netanyahu ha anunciado que permitirá la entrega de "ayuda limitada" a Gaza para evitar una crisis de hambruna que podría socavar su apoyo internacional. En un comunicado, el primer ministro israelí explicó que esta decisión busca mantener el respaldo de aliados y facilitar una "victoria total" sobre Hamás. A pesar de la entrega mínima de ayuda, como pan y un plato de comida al día, Netanyahu subrayó que las tropas israelíes continuarán su operación en Gaza. La situación refleja la compleja dinámica entre la necesidad humanitaria y los objetivos militares de Israel en el conflicto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha declarado que su intención es evitar que se produzca una “hambruna” en la población de Gaza. Sin embargo, su motivación no responde a un sentido humanitario, sino a la necesidad de mantener el apoyo internacional y asegurar que Israel pueda “conseguir la victoria”.
En un reciente comunicado, Netanyahu explicó las razones detrás de la decisión de permitir la entrada mínima de ayuda a la Franja de Gaza. Según sus palabras, “nuestros mejores amigos en el mundo”, refiriéndose a senadores estadounidenses, le han advertido sobre las consecuencias negativas de las imágenes de hambruna que llegan desde el enclave.
Netanyahu argumentó que para alcanzar una victoria total es necesario resolver el problema humanitario en Gaza. “Necesitamos entregar un mínimo para que no haya hambruna”, afirmó, describiendo esta decisión como dificultosa, pero esencial para el objetivo final: “una victoria total”.
El primer ministro también subrayó su rol de liderazgo en esta guerra, indicando que tomará decisiones difíciles que pueden no ser comprendidas por el público o incluso rechazadas por algunos miembros del gabinete. “Adopto decisiones para eliminar a Hamás, liberar a los rehenes y lograr una victoria total”, reiteró.
Netanyahu dejó claro que las fuerzas israelíes tienen la intención de “tomar toda Gaza”. En medio de informes sobre una operación terrestre en Jan Yunis contra un alto cargo de Hamás, enfatizó que los soldados están realizando un “gran trabajo”. Sin embargo, también reconoció que la presión internacional ha alcanzado niveles críticos, lo cual llevó a reconsiderar la entrega de ayuda.
Desde el inicio del conflicto, Netanyahu ha sostenido que lograr una victoria total implica eliminar a Hamás y liberar rehenes. Aclaró que se había decidido permitir una ayuda mínima durante la guerra debido a preocupaciones sobre cómo Hamás podría aprovecharla. Junto con aliados estadounidenses, optaron por un método diferente al propuesto por Naciones Unidas para distribuir asistencia humanitaria.
Por su parte, el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, informó que los gazatíes solo recibirán “pan de pita y un plato de comida” al día. Esta medida está destinada a las panaderías y cocinas públicas locales.
A pesar de su postura restrictiva respecto a la ayuda humanitaria, Smotrich admitió que es necesario permitir ciertos suministros para evitar perder el respaldo internacional. “¿Me gustaría evitar tener que introducir un solo grano de sal en Gaza? Es posible”, comentó, añadiendo que si Israel actuara así podría verse obligado a poner fin al conflicto.
El ministro destacó los esfuerzos continuos para desmantelar a Hamás y aseguró que el nivel actual de destrucción en Gaza es sin precedentes. A pesar de esto, afirmó que hasta ahora el mundo no ha intervenido significativamente en sus acciones militares.
Benjamin Netanyahu ha anunciado que permitirá la entrega de "ayuda limitada" a Gaza para evitar que la población gazatí llegue a una situación de "hambruna", lo cual podría hacer que Israel pierda apoyos internacionales.
Netanyahu ha indicado que su decisión no se basa en razones humanitarias, sino en la necesidad de mantener el apoyo internacional y poder "conseguir la victoria" en su conflicto con Hamás.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha afirmado que los gazatíes solo recibirán "pan de pita y un plato de comida" al día, lo que indica una entrada muy limitada de suministros.
Netanyahu mencionó que se establecerán puntos de entrega donde la población podrá ir a recibir ayuda, aunque este proceso llevará tiempo y no se proporcionaron fechas concretas.
Según Netanyahu y Smotrich, si no se permite ninguna entrada de ayuda, Israel podría enfrentar una presión internacional considerable que podría obligarles a poner fin a las acciones militares en Gaza y perder la guerra contra Hamás.