Emilio Argüeso, exnúmero dos de Emergencias, ha solicitado a la jueza que investiga la DANA que cite a declarar al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, y al exinspector jefe de bomberos, José Miguel Basset. Argüeso argumenta que Polo no informó adecuadamente durante una reunión crítica sobre el riesgo de inundaciones, lo que contribuyó a la tragedia que dejó 228 víctimas. Además, pide la imputación de otros responsables del servicio de emergencias para esclarecer las fallas en la comunicación y gestión durante el desastre. La situación sigue generando controversia en el ámbito político y social.
El 'exnúmero dos' de Emergencias, Emilio Argüeso, ha lanzado un contraataque en el marco de la instrucción sobre la DANA. Su solicitud a la jueza encargada del caso incluye citar a declarar como investigados al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, y al ex inspector jefe de los bomberos del Consorcio Provincial, José Miguel Basset.
Argüeso fundamenta su petición de imputación contra Polo en que durante la reunión del CECOPI el día de la DANA, no se informó sobre un correo electrónico enviado a las 18:45 horas que alertaba sobre una gran cantidad de agua proveniente del barranco del Poyo. Este hecho es crucial, ya que se relaciona con la acumulación de agua en zonas que posteriormente resultaron en una tragedia con 228 víctimas.
El 'exnúmero dos' también cuestiona por qué entre las 16:30 y las 18:45 horas no recibió información ni se transmitió dato alguno desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
Además, Argüeso ha solicitado la imputación de José Miguel Basset, quien fue jefe del Consorcio de bomberos de Valencia, para que explique su decisión de retirar a las patrullas de las zonas afectadas por las riadas.
No obstante, sus demandas no terminan ahí. Argüeso también ha pedido que se cite a declarar a Inmaculada Piles, jefa de coordinación del servicio de emergencias del 112, argumentando que no recibieron información alguna en el CECOPI; así como a Aurora Roca, técnico responsable de la comunicación interna y externa del CECOPI, para esclarecer cómo fluyó la información durante esa reunión crítica.
Recientemente se reveló que el día de la DANA, Argüeso había alertado a la entonces consellera de Emergencias, Salomé Pradas, sobre el inminente desbordamiento de los barrancos. A las 14:45 horas envió un mensaje advirtiendo que los barrancos estaban a punto de desbordarse. La respuesta de Pradas fue: "Jopé, si necesitas algo nos dices".
La jueza ha señalado a Pradas como responsable por las decisiones tomadas aquel día. En su declaración, intentó exculpar a Mazón y atribuir responsabilidades a los técnicos. Según sus palabras, el hecho de no notificar al presidente no se debió a su ilocalización, sino a desacuerdos entre los técnicos que causaron demoras en las decisiones críticas.
Cifra | Descripción |
---|---|
228 | Número de víctimas |
14:45 | Hora del mensaje de alerta sobre el desbordamiento de barrancos |
16:30 - 18:45 | Intervalo sin información desde la Confederación Hidrográfica del Júcar |
18:45 | Hora del email que anunciaba una gran cantidad de agua |
Emilio Argüeso es el 'exnúmero dos' de Emergencias en la DANA, quien ha solicitado a la jueza que cite a declarar a varios implicados en la causa relacionada con las inundaciones.
Argüeso ha solicitado que se imputen al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, y al ex inspector jefe de los bomberos del Consorcio Provincial, José Miguel Basset, entre otros.
Argüeso considera que Miguel Polo no informó adecuadamente durante una reunión del CECOPI sobre un email que anunciaba una gran cantidad de agua en el barranco del Poyo, lo que contribuyó a la tragedia que resultó en 228 víctimas.
Además de Miguel Polo y José Miguel Basset, Argüeso pide la imputación de Inmaculada Piles, jefa de coordinación del servicio de emergencias del 112, y Aurora Roca, técnica responsable de comunicación interna y externa del CECOPI.
Argüeso alertó a la exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, sobre el riesgo inminente de desbordamiento de los barrancos en Valencia antes de que ocurrieran las inundaciones.