La apertura de la fábrica de diamantes Diamond Foundry en Trujillo, impulsada por Leonardo DiCaprio, genera preocupación entre los residentes y organizaciones ecologistas debido a su alto consumo de agua. La planta requerirá más de 730.000 metros cúbicos anuales, superando el abastecimiento local y amenazando los recursos hídricos de la comunidad. Ecologistas en Acción y otras plataformas advierten sobre la falta de infraestructuras adecuadas para la gestión del agua, lo que podría comprometer tanto el desarrollo económico como el bienestar de la población. Se exige una evaluación rigurosa del impacto ambiental antes de continuar con el proyecto.
La inminente apertura de la polémica fábrica de diamantes Diamond Foundry en Trujillo, impulsada por el actor de Hollywood Leonardo DiCaprio, ha generado un creciente descontento entre los residentes de la zona y diversas organizaciones ecologistas. Este proyecto, que prometía ser un motor de empleo y desarrollo económico, ahora enfrenta severas críticas debido a sus potenciales efectos negativos sobre el medio ambiente y los recursos hídricos locales.
Organizaciones como Ecologistas en Acción Dehesas y Villuercas (Extremadura) y la Asociación 25 de Marzo han apoyado las denuncias formuladas por la plataforma cívica Salvemos el Berrocal de Trujillo. A través de charlas y entrevistas con medios, advierten sobre la insostenible demanda hídrica que implica esta fábrica, que supera notablemente la capacidad de abastecimiento del área. Esto podría tener graves repercusiones para los habitantes de Trujillo, donde el acceso al agua ya es complicado.
Durante un reciente encuentro, se destacó que la fábrica requerirá más de 730.000 metros cúbicos de agua al año, una cifra que excede el consumo total actual de toda la población trujillana. La Plataforma Salvemos El Berrocal ha declarado que “esta situación pone en peligro el suministro de agua para los vecinos”. En este contexto, se ha señalado que la planta depende “exclusivamente” del agua potable destinada al consumo humano, lo cual se considera “insostenible a largo plazo”.
A medida que avanza su producción en fase de pruebas desde enero, la fábrica enfrenta un desafío estructural que compromete su viabilidad. La falta de infraestructuras adecuadas para el reciclaje y depuración del agua, junto con la ausencia de un plan sostenible para gestionar los recursos hídricos, plantea serias dudas sobre el futuro del proyecto, cuya inversión inicial asciende a 275 millones de euros, cifra que podría incrementarse hasta 675 millones.
Eugenio Romero, autor del libro ‘El libro del Agua. Así secan Extremadura’, junto a Fernando Teijón, miembro de Ecologistas en Acción Dehesas y Villuercas (Extremadura), coincidieron en señalar que el consumo hídrico exigido por esta fábrica es “inviable” sin una adecuada planificación previa.
Además, ambos expertos subrayaron que la instalación masiva de torretas eléctricas podría haberse evitado mediante alternativas menos invasivas. Estas estructuras no solo alteran el paisaje natural del entorno, sino que también amenazan ecosistemas enteros dependientes de la integridad ambiental local.
A pesar de las preocupaciones manifestadas por las organizaciones ecologistas, desde Diamond Foundry han afirmado que durante esta fase inicial están utilizando agua proveniente de la red del polígono empresarial donde se ubica la planta. Aseguran no tener planes para utilizar agua destinada al abastecimiento municipal y contemplan reutilizar aguas residuales tratadas en fases futuras del proyecto. Esta gestión está siendo coordinada con el Ayuntamiento de Trujillo y la Confederación Hidrográfica del Tajo.
No obstante, las organizaciones denunciantes advierten que sin las infraestructuras necesarias para el reciclaje y depuración del agua, la operación resulta inviable. Esto compromete las expectativas futuras de creación de empleo y desarrollo económico en Trujillo. “La aprobación de este proyecto sin evaluar previamente su necesidad hídrica refleja una alarmante falta de previsión”, enfatizan.
A medida que aumenta la conciencia sobre los impactos ambientales y la escasez de recursos naturales en la región, es crucial que las autoridades competentes evalúen cuidadosamente las repercusiones a largo plazo de proyectos industriales como este. La sostenibilidad debe ser un principio fundamental en la gestión hídrica, garantizando que las necesidades locales prevalezcan sobre intereses comerciales.
Ecologistas en Acción Dehesas y Villuercas, junto con la Asociación 25 de Marzo y Salvemos el Berrocal, continúan su lucha por proteger el ecosistema trujillano. Abogan por un diálogo abierto sobre el futuro ambiental y social del área. Exigen priorizar el bienestar comunitario y asegurar la calidad del agua antes de aprobar proyectos potencialmente devastadores.
En este contexto crítico, Ecologistas en Acción Dehesas y Villuercas han hecho eco en el Día Mundial del Agua al afirmar que el desarrollo económico no puede anteponerse a la conservación ambiental ni al derecho fundamental a disfrutar de un entorno saludable. Las voces defensoras del desarrollo sostenible deben ser escuchadas; proteger nuestro patrimonio natural es una responsabilidad colectiva ineludible.
Cifra | Descripción |
---|---|
730,000 m³ | Consumo anual estimado de agua requerido por la fábrica de diamantes. |
275 millones de euros | Inversión inicial en la fábrica de diamantes. |
675 millones de euros | Cifra total que podría elevarse para el proyecto completo. |
La preocupación principal radica en la insostenible demanda de agua que requiere la fábrica, que supera considerablemente la capacidad de abastecimiento local, lo que podría acarrear graves consecuencias para la población de Trujillo y sus recursos hídricos.
Se estima que la demanda de agua de la fábrica alcanzará un consumo anual de más de 730.000 metros cúbicos, cifra que supera el consumo total de toda la población de Trujillo.
Las organizaciones ecologistas han denunciado que el proyecto carece de una adecuada planificación y evaluación previa de los recursos hídricos disponibles, lo que pone en peligro el suministro de agua para los vecinos.
Diamond Foundry ha asegurado que durante esta primera fase utilizarán agua procedente de la red del polígono empresarial y contemplan reutilizar agua proveniente de depuradoras en fases futuras del proyecto.
Expertos como Eugenio Romero y Fernando Teijón han coincidido en que el consumo de agua requerido por la fábrica es “inviable” sin una adecuada planificación y evaluación previa.
Las organizaciones locales continúan trabajando para proteger el ecosistema y abogan por un diálogo abierto sobre el futuro del desarrollo económico en relación con los recursos hídricos.