Amigos de la Tierra presenta el Informe «La urgencia de una transición agroecológica en España» donde se evidencia la gran dependencia del exterior del sistema alimentario. La escasez y la subida de precios de los alimentos, la luz y la gasolina han puesto en tela de juicio el sistema agroalimentario. La importacio?n de todos estos recursos para la produccio?n y consumo de alimentos agrava la situación de vulnerabilidad de la población, especialmente tras el inicio del conflicto be?lico en Ucrania.
Esta dependencia puede invertirse, y así lo demuestra la investigación de la organización ecologista. En la misma se comparan cinco estrategias agroalimentarias donde se contempla un cambio de producción y de dieta y se analiza la extensión de tierra que se utilizaría con cada modelo, la cantidad de alimentos que se importarían, así como las energías no renovables que se emplearían en toda la cadena alimentaria, y su contribución a la crisis climática. Los resultados arrojan que una transición hacia una producción agroecológica junto a un cambio de dieta, una alimentación más saludable y local, garantizarían la soberanía alimentaria y energética del modelo agroalimentario.
En la actualidad, para alimentar a la poblacio?n espan?ola es necesaria una superficie agraria en territorio estatal de unos 25 millones de hecta?reas (Mha), a la que se suma 9,2Mha de lo que se importa de terceros pai?ses, el equivalente a la extensión de Hungría.
El escenario agroecológico con un cambio de dieta implicaría mantener la misma superficie agraria que existe actualmente y permitiría que el 99% de los alimentos necesarios para la población se cultivasen en territorio español. Lo que se traduce en que dejarían de cultivarse 8,2Mha de países terceros, un área igual a la superficie de Austria.
A su vez, la energi?a no renovable se ha convertido en un elemento indispensable en los sistemas agrarios y alimentarios, con un total 118 millones de barriles de petro?leo equivalentes anuales. El modelo agroecolo?gico con cambios en la dieta permitiría reducir en un 84% el uso de combustibles fo?siles, necesitando tan sólo 19 millones de barriles de petro?leo equivalentes anuales.
La huella de carbono asociada al suministro de alimentos en Espan?a es de 100 MtCO2e, de los cuales 34 MtCO2e corresponden a productos estatales, mientras que la huella de los alimentos o materias primas importadas es de 66 MtCO2e. Por otro lado, la huella de los alimentos de origen animal asciende a 91 MtCO2e. El escenario agroecolo?gico lograría una reduccio?n de 124 Mt CO2e, el equivalente al triple de lo que emiten todos los coches en Espan?a en un an?o.
A su vez, plantear una transición agroecológica con cambios en la dieta permitiría una reducción del 100% en el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos y la reducción en un 87% de la contaminación del agua por nitratos. Todo esto garantizaría cumplir olgadamente con la Directiva de Nitratos de la Unio?n Europea, las Estrategia europeas de la Granja a la Mesa y de Biodiversidad, así como con los pro?ximos Reglamentos europeos de Deforestacio?n importada y de uso sostenible de los productos fitosanitarios.
“Los datos muestran que la produccio?n local puede garantizar un consumo proteico adecuado, reduciendo la protei?na animal procedente del exterior y aumentando la produccio?n sostenible en nuestro territorio. Además, las zonas de pastos pueden cerrar ciclos de nutrientes, mejorar la biodiversidad, absorber carbono o reducir los riesgos de incendio” afirma Marta G. Rivera, co-autora del Informe.
Según Andrés Muñoz Rico, responsable de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra, “esta investigacio?n demuestra que podemos alcanzar la soberanía alimentaria y la independencia energética en nuestro modelo alimentario. La transformacio?n hacia sistemas ma?s resilientes, justos y sostenibles es de obligado cumplimiento para garantizar el bienestar de la población y del medio ambiente aquí y en los países del Sur Global. La transicio?n agroecolo?gica en Espan?a es posible, necesaria y urgente. Es necesario que los decisores políticos tomen nota de los resultados de la investigación y que adopten estas medidas de cara a la aplicación de la Política Agraria Común Europea (PAC)”.