La familia materna de los niños desaparecidos en Córdoba confirman que se trata de sus restos óseos.
Los restos óseos pertenecen a los encontrados durante los primeros días de búsqueda en una hoguera apagada en la finca de Las Quemadillas de los que, hasta ahora, se mantenía la versión policial que indicaba que pertenecían a un animal pequeño, ''posiblemente un roedor''.
Una mesa de hierro podría haber sido el escenario en el que Ruth y José hubiesen pasado sus últimos minutos de vida, puesto que el informe pericial apunta a que Bretón habría elaborado un horno crematorio a base de chapa y ladrillos para deshacerse de los pequeños y borrar las huellas.
El abogado del exmilitar se muestra sorprendido ante tales informaciones, ya que asegura que no se realizaron pruebas de ADN a los restos hallados en Las Quemadillas: ''Estoy sorprendido por este giro. En primer lugar, porque estos restos han sido analizados por la policía científica en dos ocasiones exhaustivamente y fueron categóricos al decir que eran de animales, no humanos. Así lo recoge el juez en todos y cada uno de los autos que ha dictado hasta este momento''.
Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, comparecerá a lo largo de la mañana para esclarecer los hechos.
Crónica de un fatal desenlace
Todo comenzó el 8 de octubre de 2011, cuando José Bretón, padre de Ruth y José, de 6 y dos años, denunciaba por teléfono la desaparición de sus hijos.
El angustiado padre declaró que solo se despistó un instante de los pequeños en el Parque Cruz Conde de Córdoba, y no los volvió a ver.
El exmilitar tenía a los niños durante el fin de semana, tal y como había acordado con su mujer, con la que se encontraba en trámites de separación.
El excombatiente en Bosnia recogió a los niños el día de los hechos pasadas las 13 horas, según reza el relato del mismo.
Bretón los llevó a Las Quemadillas, finca de la familia, donde Ruth y José hijo comieron una pizza mientras que su padre aprovechó para quemar los objetos que le recordaban a su mujer, Ruth Ortiz.
Tras una siesta, José Bretón llevó a sus hijos al parque, y denunció por teléfono su desaparición sobre las 18:40 horas. Días más tarde se descubre que la llamada fue realizada desde la finca familiar, y no desde el parque, a pesar de que unas cámaras de vigilancia muestran a Bretón solo deambulando por el recinto, sin la presencia de los niños.
Al día siguiente, el domingo 9 de octubre de 2011, Ruth Ortiz presentó una denuncia contra su marido por ''vejaciones'' y ''presiones'', aunque insiste en su presunción de inocencia.
Es el lunes 10 cuando la policía realiza el primer registro, encontrando la gran hoguera en la que supuestamente Bretón habría quemado los recuerdos de su mujer. Entre los restos aparecen huesos que, en ese momento, resultaron ser ''de perro''.
Son estos los restos que más de 10 meses después, y gracias a un peritaje llevado a cabo por la familia materna de los niños, se ha concluido que no pertenecían a un ''animal pequeño'', tal y como rezaban los documentos.
Se trata de los restos de Ruth y José, tal y como ha confirmado la familia.
Desde Grupo Hora Punta queremos mostrar nuestro más sincero apoyo a la familia en estos duros momentos, tras meses de incertidumbre y desconsuelo.