El ministro de Exteriores ruso insta al Consejo Nacional Sirio a dialogar con las autoridades
Ante la continua represión de Bachar al Asad, el Consejo Nacional Sirio, la principal facción opositora del régimen, ha decidido dar un paso más y pedir directamente al gobierno ruso que dé luz verde a una intervención de la ONU para acabar con la violencia en Siria.
Al terminar la reunión de hoy con el ministro de Asuntos Exteriores ruso el líder del CNS, Abdulbasit Seina, ha asegurado que lo mejor sería “una intervención autorizada por el Consejo de Seguridad con la participación de Rusia”. Seida, además, ha explicado al ministro de Exteriores que “lo que ocurre en Siria es una revolución y no diferencias entre el pueblo y el Gobierno”.
Por su parte, el ministro Serguéi Lavrov optó por acogerse a la convencional postura cerrada y pidió a la oposición siria que dialogase con el régimen y las diferentes fuerzas del país para acordar “los plazos y parámetros de un proceso de transición”. Lavrov afirmó que “en varias ocasiones hemos manifestado la necesidad de cese inmediato de la violencia y de iniciar un diálogo con la participación del Gobierno y los grupos opositores”. El líder del Consejo Nacional Sirio enfatizó que no hay solución sin la dimisión del presidente y explicó que las negociaciones “dan tiempo adicional a al Asad para aplastar la fuerza de
la revolución”.
Estos encuentros entre la oposición siria y las autoridades rusas coinciden con el anuncio de Moscú de enviar una flotilla más de buques de guerra en dirección al puerto sirio de Tartus, donde Rusia mantiene una base naval. A ésta cabe sumarle dos flotas más, la del Mar del Norte, con cuatro buques, y la del Mar Báltico. Según el Ministerio de Defensa rusa, la misión de la flotilla es realizar “maniobras conjuntas” entre las tres enviadas.