El Gobierno ha dado un paso adelante hacia la liberalización de los horarios de apertura de los comercios en España, elevando el número de festivos y el máximo de horas semanales en las que podrán abrir las tiendas de las grandes ciudades turísticas
El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha anunciado, tras la conferencia sectorial del comercio interior, la medida que afectará al horario comercial de más de 14 ciudades españolas, que deberán designar zonas de gran afluencia turística en las que se garantice la libertad horaria y de apertura. El mínimo de festivos con los que el gran comercio cuenta actualmente es de 8, y si esta ley saliese adelante podrían llegar a ampliarse a un mínimo de 10, a pesar de que algunos lugares como Ceuta permiten actualmente un total de 16.
Según ha señalado García-Legaz, estos cambios en materia de comercio podrían aplicarse “mediante un decreto-ley, pero no está decidido”, tal y como ha señalado en la reunión previa al anuncio, donde también ha asegurado que "la mayoría de las comunidades autónomas ha recibido como positiva la noticia”. Sin embargo el secretario de Comercio no ha señalado cuáles no están a favor de la norma, y el gobierno catalán
se ha mostrado ya en contra de esta normativa comercial. La Generalitat se ha mostrado airada ante estas medidas y afirma estar estudiando todas las vías para frenar los planes del Ejecutivo Central, llegando incluso a recurrir al Tribunal Constitucional por lo que consideran un conflicto de invasión de competencias.
La confrontación de ideas entre las grandes cadenas y el pequeño comercio no ha tardado en salir a la luz. Los argumentos utilizados por patronales y asociaciones comerciales es que “la reforma se queda corta porque ampliar a 10 los festivos de apertura es solo aparente y tendrá poco impacto”. Además afirman que el plan de reforma está "muy alejado de las medidas de calado que requiere la economía española para recuperar la confianza y el consumo". Y asegura que una liberalización mayor permitiría crear muchos puestos de trabajo, por lo que la medida que propone el Gobierno es “insuficiente”.
Sin embargo, la otra cara de la moneda nos muestra la indignación de los pequeños comerciantes que consideran esto como un “exceso”, y creen que esto es ir “demasiado lejos”. Manuel García Izquierdo, presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC) cree que esta medida no reactivará el consumo ni favorecerá la creación de empleo, mientras que tendrá un impacto "muy negativo" en el pequeño comercio.
Estas medidas afectarán a Barcelona, Alicante, Valencia, Zaragoza, Málaga, Sevilla, Las Palmas, Bilbao, Córdoba, Granada, Cartagena y Palma de Mallorca, Madrid y Santa Cruz de Tenerife. Los criterios para elegir a esas ciudades, según García-Legaz, han sido "objetivos": son ciudades de más de 200.000 habitantes, tienen más de un millón de pernoctaciones de turistas al año y/o 400.000 cruceristas. El resto de municipios que lo deseen, ha recordado el secretario de Estado, también pueden solicitar ser declaradas turísticas y lograr así horarios comerciales más amplios. La diferencia es que estas 14 ciudades, quieran sus comunidades o no, estarán obligadas a disponer de esas zonas de una afluencia alta con normativa especial.