Las aves que más tiempo y energía dedican a la conquista envejecen más rápido.
La avutarda hubara macho (Chlamydotis undulata) despliega unas plumas muy ornamentadas mientras corre para atraer a su pareja. El esfuerzo que realizan por ser más llamativos al realizar el cortejo, les supone según un estudio publicado en la revista Ecology Letters un coste importante: envejecer antes.
Según los científicos autores del estudio, las aves que hacen un despliegue más extravagante muestran declives más rápidos tanto en cantidad como calidad del semen.
Para dar con esta conclusión, analizaron más de 1700 avutardas hubara que habían sido criadas en un programa de reproducción en cautividad en Missour (Marruecos).
Dado que se trata de una especie amenazada, catalogada en el estadio En Peligro en España, los datos se recogieron como parte del programa de conservación, explica Brian Prestor, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Borgoña (Francia).
Pero ¿cómo se determina esto? Mediante una medición del tiempo dedicado al cortejo y la comparación con datos de cambio de fertilidad asociada al envejecimiento y es que, al examinar el esperma, los investigadores hallaron una caída dramática en la fertilidad asociada al envejecimiento.
Por dar un dato, en 6 años, las aves comenzaron a producir eyaculaciones mucho menores y con espermatozoides inmóviles o anormales, comprobándose que cuanto mayor era el despliegue de dotes de cortejo, antes comenzaban a sufrir este declive.
¿Por qué avutardas hubara? ¿Qué tienen de especial?
Las avutardas son aves que viven mucho más que otras aves, por lo que son especialmente valiosas para entender el envejecimiento en las aves. De hecho, los ejemplares del estudio tenían entre 1 y nada menos que 24 años.
Si tenemos en cuenta la selección natural, lo lógico sería que los genes que deterioran el esperma fueran poco a poco eliminados y sin embargo, esto no es así, por lo que estas aves constituyen un enigma para los biólogos.
Para justificar este hecho, existen varias teorías, una de las cuales es que los animales tienen un comportamiento excesivo en los despliegues durante la juventud, lo que gasta enormes cantidades de energía y perjudica a sus organismos a largo plazo.
“Puede ser más importante para ellos gastar su energía ahora en lugar de preocuparse por el futuro” afirma Preston, especialmente si tenemos en cuenta que se enfrentan diariamente a depredadores, parásitos y enfermedades, lo que acorta la esperanza de vida de los individuos de la especie.
El zóologo de la Universidad de Bath (Inglaterra) ha calificado los resultados como “muy interesantes”, y añadió estudios como estos “ayudan a llenar el rompecabezas de los sistemas de retroalimentación que ocurren durante la selección natural”.