Así se crea este instrumento que tiene su origen en 2012, coincidiendo con la celebración del Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional.
El principal objetivo es concienciar a la sociedad de que las personas mayores tienen un valor como colectivo y no únicamente de forma individual. Para poder llevarlo a cabo se han consultado diversas fuentes, municipales y de organismos oficiales, siendo de gran ayuda el Padrón municipal de habitantes y la Encuesta de Salud de la Ciudad de Madrid de 2017. Además, ha sido necesario realizar una encuesta específica a 3.011 personas con 55 años o más.
Tras la recogida de datos se han estudiado cuatro parámetros: el empleo, la participación social, la vida independiente, saludable y segura, además de la capacidad y los entornos apropiados para un envejecimiento activo y saludable. Madrid se sitúa en los 37 puntos de los 100 posibles, superando los 32,49 de España y los 34,80 de media de los 28 países de la Unión Europea.
Las mujeres puntúan por debajo de los hombres debido, principalmente, a la desigualdad en el empleo pero también contribuyen otros factores como el uso de las tecnologías, la práctica de ejercicio o el sentimiento de inseguridad. Sin embargo, participan más en los cuidados, tienen más inquietud por el aprendizaje y por relacionarse con el resto de la sociedad.
En definitiva, el Índice de Envejecimiento Activo, además de reconocer el valor de las personas mayores como conjunto de la sociedad, va a permitir realizar la evaluación del Plan de Acción 2017-2019 dirigido a optimizar las oportunidades de salud, participación o seguridad y es una oportunidad para seguir trabajando para mejorar las políticas dirigidas a las personas mayores y a todos los ciudadanos independientemente de su edad, género, necesidades o capacidades.