La subasta eléctrica celebrada hoy entre las empresas eléctricas presiona al Gobierno para que encarezca en un 3,9% el precio de la factura a partir de Julio
El coste de la electricidad que se suministrará a los clientes de la tarifa de último recurso (TUR) a la que están acogidas unos 20 millones de personas, ha subido un 9,3% de forma ajustada en la “decimonovena subasta eléctrica” celebrada esta mañana entre comercializadoras de último recurso (Cesur), lo que debería traducirse en un encarecimiento al alza del 3,9% a partir del 1 de julio.
Esta proporción se mantendrá a menos que el Gobierno decida bajar la cuantía de los llamados peajes eléctricos que son los que recogen los costes regulados del sistema eléctrico, como parte de la reforma energética para acabar con el déficit de tarifa. Esta reforma sería llevada a cabo para intentar contratacar los más de 24 millones de deuda eléctrica sin competencia y en plena crisis, generados por los inferiores ingresos regulados en comparación con los costes reconocidos.
Según fuentes del sector, la reforma energética podría aprobarse previsiblemente en julio y su importe podría asemejarse al recorte ya aplicado por el Gobierno en marzo. En esta revisión, el Gobierno incrementó con fuerza los peajes, lo que, con un descenso del coste de la energía, se tradujo en un incremento medio final del recibo de la luz del 7% para el usuario doméstico. La subida vino acompañada de un recorte de costes regulados de 1.700 millones.