El suceso se produjo en un botellón que organizaron él y sus compañeros a media noche cuando se encontraban en su último día de viaje de fin de estudios en Italia. Tras la persecución de la policía el chico cayó por un desnivel de siete metros y murió.
Alrededor de las tres de la madrugada, J.D.A., de 18 años, y sus compañeros de clase del instituto Alonso Berruguete de Palencia se encontraban de fiesta en Roma viviendo su última noche del viaje de fin de estudios en Italia, mientras que sus profesores estaban durmiendo en el hotel. Según la reconstrucción de los sucesos, unos vecinos alertaron de alboroto a los Carabineros, quienes enviaron varias patrullas al barrio romano de Patri, cerca del Vaticano.
Cuando la policía se personó los chicos emprendieron la huida. Un grupo de jóvenes resultó bloqueado por los Carabineros, mientras que el otro se pudo escapar hasta la estación de metro de Chipre, cerca del barrio en el que se encontraban.
En este último grupo se encontraba J.D.A., quien se precipitó por un desnivel de siete metros y se estrelló en la plazoleta desde la que se accede al metro. De inmediato el chico fue trasladado muy grave al hospital Gemelli, al que llegaron más tarde su familia y profesores, pero en el que no se pudo hacer nada por su vida.
Por la tarde sus compañeros emprendieron, tal y como estaba previsto, el regreso a España vía Madrid. En Roma se quedaron la familia del fallecido y una de las profesoras que les acompañó durante la madrugada, junto con el delegado del consulado de España en Roma, Eduardo de Laiglesia, quien calificó el hecho como un desgraciado accidente.