Jessica Vega, residente del condado de Orange en Nueva York, ha sido detenida y acusada de fraude por fingir que padecía un tumor terminal para poder hacer su sueño realidad a través de donaciones y celebrar una boda de lujo y en sueño.
Jessica Vega, de 25 años, se enfrenta a seis cargos de estafa, falsificación de documentos y hurto mayor que pueden hacerla caer en prisión durante más de 20 años. Esta mujer estadounidense anunció en la primavera de 2010 que sufría un cáncer terminal que la dejaba con unos pocos meses de vida y que, probablemente, le impediría celebrar su futura boda. Por ello empezó a pedir donaciones a todo el país, creando un gran revuelo en el que se volcó toda la población y se extendió a todas las ciudades estadounidenses.
De esta forma, recibió miles de dólares que permitieron a ella y a su marido celebrar su enlace por todo lo alto e irse de luna de miel, alojándose en hoteles caros y teniendo todos los lujos a su alcance.
No obstante, su esposo estaba ajeno al engaño de su mujer y empezó a darse cuenta conforme iban pasando los meses y la salud de esta seguía siendo excelente. De este modo, decidió acudir al médico que había diagnosticado el supuesto cáncer de Jessica y descubrió que su reciente esposa no había pasado si quiera por el hospital en el que se encontraba el doctor y por lo tanto nunca se le había llegado a diagnosticar un tumor terminal.
El hombre decidió denunciarla inmediatamente, además de informar del suceso a los medios y pedir el divorcio a la que acababa de ser su mujer, quien ahora se enfrenta a juicio por los delitos cometidos, a pesar de quedar ya juzgada por la opinión pública, que se ha sentido profundamente engañada por esta ciudadana estadounidense.