Pedro Sánchez considera que en cualquier democracia avanzada el ministro del Interior “debería presentar su dimisión hoy mismo” y que, si no, Rajoy “debería proceder a su cese inmediato” porque, de lo contrario, “se hará a sí mismo responsable” de su conducta.
En una declaración que calificó de “institucional” y realizó desde el Palacio de Oropesa, Sánchez tachó de “absolutamente inaceptable” que Fernández Díaz tratara de “crear uan apariencia de comportamiento delictivo” en dirigentes de CDC y ERC para “fortalecer la proyección política en Cataluña del PP”. El diario ‘Público’ aseguraba ayer tener grabaciones que demuestran que el ministro, hace dos años, promovió investigaciones para buscar alguna incriminación de líderes de estos partidos.
Para el secretario general del PSOE, “el uso de las instituciones con fines partidistas” y para “objetivos contrarios a la ley” es “la máxima muestra de corrupción“ que cabe imaginar, y “un abuso de poder que quebranta las reglas esenciales de la democracia”, que “no se puede enjuiciar con indulgencia” aunque hayan pasado dos años. “La trascendencia se agrava”, añadió, si el propio Rajoy “conocía estas gestiones directamente”. Ante la inminencia de las elecciones, Sánchez dijo a los españoles que tienen “la oportunidad y la responsabilidad” de “hacer con el Gobierno lo que el Gobierno es incapaz de hacer: dimitir”.
El líder socialista dio por hecho que el presidente no asumirá la responsabilidad de cesar a Fernández Díaz, porque en otras ocasiones no lo ha hecho y “no tenemos nada diferente que esperar de Rajoy”. Es más; aventuró irónicamente que su única reacción será escribirle un mensaje como “Jorge, sé fuerte”, paralelo al que mandó al extesorero del PP Luis Bárcenas cuando éste se vio investigado.
Para Sánchez, “no es posible que (Fernández Díaz) continúe ni un minuto más como ministro del Interior”, puesto que a esta supuesta utilización de los Cuerpos de Seguridad del Estado se añadiría su reunión con el exministro de Economía Rodrigo Rato al ser éste detenido y la llamada Ley Mordaza. Según argumentó, lo exige la dignidad del Gobierno, la coherencia con “los principios elementales del sistema democrático” y el “respeto a los ciudadanos, que no pueden aceptar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sean utilizados con finalidad partidista”.