Cientos de miles de vehículos circulan todos los días por la única autovía propiedad de un Ayuntamiento de toda España: la M-30 madrileña. Este anillo de circunvalación está controlado las 24 horas del día por 16 radares que controlan la velocidad de los coches.
De todos ellos, el que ostenta el mérito de ser el que más conductores 'caza' es el situado en el punto kilométrico 6,700, en la calzada interior (sentido Nudo Sur) y en el carril izquierdo (por donde normalmente se circula más rápido).
Más concretamente, ese radar está detrás de un panel luminoso informativo a la altura del parque de la Fuente del Berro en sentido Nudo Sur, nada más pasar el puente de Ventas. Éste, además, entró en funcionamiento hace sólo seis meses, por lo que no lleva ni un año en funcionamiento.
El Ayuntamiento publicó que se había colocado este voraz dispositivo en el lugar de la M-30 el pasado 1 de agosto y anunciaba que entraría en funcionamiento once días después del comunicado, es decir, el 12 de agosto.
Obviamente, casi la totalidad de los madrileños se encontraban de vacaciones y se considera probable que muchos no se enteraron de la instalación en ese punto de un nuevo radar detector del exceso de velocidad.
Fue entonces aquél el momento en el que las asociaciones de conductores declararon que la colocación de ese nuevo dispositivo se trataba simplemente de una medida recaudatoria más que un medio de prevención de accidentes.
Y es que este pequeño radar, en poco más de medio año, se ha convertido en el que más multa de la autovía, según Automovilistas Europeos Asociados. Así lo reflejan los datos en cuanto al número de sanciones que llegan a sus socios y a su asesoría jurídica.
La segunda plaza en cuanto a radares más sancionadores es para el del punto kilométrico 27, en sentido A-6 (zona del Nudo Norte); y la tercera posición es para el dispositivo que hay en el carril izquierdo del punto kilométrico 0,500 en sentido sur.
Según el Ayuntamiento de Madrid, este tipo de datos no se hacen públicos por parte del Consistorio, que, eso sí, niega que se trate de medidas recaudatorias absolutamente. Añade, además, que no se trata de que ese radar sea el que más multa, sino que los conductores olvidan de su existencia, pasan por ahí a más velocidad de la permitida (90 km/h) y por eso multa.