Las diferencias políticas y personales entre la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el expresidente del PP de Andalucía Javier Arenas estallan y rompen la tensa calma que existía en la dirección nacional del partido.
Dos los de principales cargos de confianza de Cospedal en el PP de Castilla-La Mancha, ambos con responsabilidades nacionales en el Senado y en el Congreso, han arremetido públicamente contra quienes desde dentro del partido quieren "desestabilizar" a la dirección y para ello "filtran supuestas decisiones que sólo están en su cabeza".
Estas declaraciones de la senadora y portavoz del PP manchego, Carmen Riolobos, destaparon la caja de los truenos el viernes a través de un comunicado en el que esta estrecha colaboradora y amiga personal de Cospedal se despachaba contra "los que perdieron en Andalucía", en clara alusión al territorio de Javier Arenas.
Cospedal no olvida el papel que jugó el exministro hace un año, cuando Rajoy designó a Juan Manuel Moreno como nuevo líder del partido en la región y como candidato a la Presidencia de la Junta. Tras el reciente resultado de los comicios autonómicos, donde el PP pasó de 50 a 33 escaños y perdió medio millón de votos, desde el entorno de la secretaria general se recuerda que su candidato "era otro".