LIFESTYLE

Salir del armario

Dos rombos

Mayte Sastre | Jueves 26 de febrero de 2015
Salir del closet se da en dos sentidos: por un lado, implica hacer una salida personal y existencial que implica reconocerse a uno mismo con su propia identidad afectivo-sexual y la segunda salida, que implica salir al mundo y mostrarse de manera auténtica ante la familia, la escuela, el trabajo, la iglesia, los amigos, la sociedad en general.

De las dos experiencias, la más importante, personalmente considero, es la primera, es decir, la que tiene que ver con la propia aceptación personal. Ser uno tal como es aunque tengamos que correr el riesgo de que los demás nos rechacen o se alejen de nosotros por estar en desacuerdo con nuestra decisión. A fin de cuentas, la orientación sexual no es una opción o una elección, simplemente es aceptar un hecho, aceptar lo que se es y punto. Tal vez sería conveniente elegir si nuestra orientación, en realidad, no es algo que se pueda optar a voluntad como mucha gente piensa. Lo único que se puede elegir es si queremos aceptar lo que somos o rechazarnos y sufrir las consecuencias por ello, lo que, muchas veces, es más doloroso y con peores consecuencias que el rechazo del mundo externo.

Pensar que un homosexual puede elegir si prefiere ser heterosexual, es tan absurdo como decirle a un heterosexual que elija si prefiere ser homosexual. El heterosexual, sea hombre o mujer, también es ya lo que es, y tampoco tiene la opción de cambiarlo. Insistimos: no es cuestión de elección ni de preferenciapara ningún individuo, por lo tanto, todos deberíamos aceptar de buena gana ser lo que somos y disfrutar de la vida, del amor y del sexo con quien realmente nos sentimos capaces y felices. Cuando podemos dejar de pelearnos y aceptar quienes somos sin juicio y sin culpa, aprenderemos a querernos y fortaleceremos nuestra autoestima, valorándonos sin tener que pelearnos o sufrir por prejuicios absurdos sobre nosotros mismos.

No obstante, los expertos creen que reconocer la homosexualidad no es obligatorio para alcanzar la estabilidad emocional. "En ocasiones, el clóset es protector. Por ejemplo, para alguien que esté en el colegio y se dé cuenta de que sus compañeros son homofóbicos es mejor quedarse callado". ¿Estamos de acuerdo con esto?

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