OPINIÓN

Señora Presidenta

Rafa Bernaldo de Quirós | Jueves 16 de octubre de 2014

Su poder emerge día a día ante unos rivales cada vez más débiles. Ni Mato, ni Gallardón, ni Arenas, han podido parar al ojito derecho de Rajoy.



Lo de María Dolores de Cospedal ha sido llegar y besar el santo. Con poco más de cuatro décadas a sus espaldas, ha conseguido hacerse con uno de los feudos afiliados al Partido Socialista en el que nunca había gobernado el PP, partido que le ha abierto las puertas, a pesar de su condición de separada y ser madre de un hijo concebido por fecundación in Vitro.

Los motivos del ascenso

Es impensable pensar en el caso Gürtel sin tener en cuenta la labor de Cospedal en el mismo. Si alguien ha puesto las cosas claras a Francisco Camps o a Ricardo Costa, esa ha sido la nueva imagen del Partido Popular. Y digo esto, porque bien sabido es, por todos, la reticencia de nuestro presidente a salir en cámara.

Aunque su labor acaba de empezar, hay algunas ramas de la derecha española que ven en Cospedal a la futura sucesora de Mariano Rajoy.

Enemigos aparte, fuentes cercanas a la secretaria general del partido gobernante, hablan de Arias Cañete como su único simpatizante de peso, además de nuestro presidente.

Obviando esto, y tras deshacerse de Ana Mato y González-Pons, Cospedal es y, de momento, será, la única voz del Partido Popular, ya que, por mucho que le pese a sus detractores, ya se ha hecho oficial la decisión de no nombrar a un ‘número 3’ del partido.

Un fin de semana intenso y otra batalla ganada, desde que en 2006 diese el salto a la presidencia del PP en Castilla La Mancha. Todo parece indicar que no se le pone nada por delante, pero ¿cuál será el próximo objetivo de la manchega?


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